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Senderismo

Por el valle de Cuna

La ruta sigue la traza del sendero PR AS-39

Senderistas en la ruta. LNE

Los cordales de Cuba y Segá, así como Sierra de Diego y la Sierra de Gallegos, confinan el valle mierense de Valdecuna. Debido a su ubicación, el valle, conserva aún varios palacios y casonas, distribuidas a lo largo del mismo, algunas de ellas originarias de los siglos XVI y XVII. También posee este valle un área recreativa, así como el Santuario de los Mártires de Valdecuna, San Cosme y Damián, de gran tradici6n romera en la comarca.

La ruta senderista que aquí proponemos, que seguía la traza del sendero P. R. AS-39 y que por su abandono municipal fue descatalogado por la FEMPA, da comienzo en el área recreativa del Cantu, situada a la entrada del pueblo de Cenera, (280 m.) a donde se accede por la carretera local MI-4 procedente de A-66. Una vez allí, nos adentramos. por la trama urbana de esta localidad siguiendo la traza de la carretera de acceso a varios pueblos instalados en las laderas meridionales de los picos Cuitu y Llosoriu. Cruzamos por las inmediaciones del denominado Palacio de Abajo (siglo XVI y actualmente en obras para evitar el mayor deterioro), que perteneció a una rama del noble linaje de los Cachero de Riosa. Más adelante encontraremos el Palacio de Arriba, (bien conservado).

En el siguiente crucero de carreteras, nos vamos a la izquierda en dirección al pueblo de Villar de Gallegos (450 m) 1 km en 25 min de marcha. Su cuadrícula urbana se dibuja entre hórreos y paneras y vetustas casas que constituyen un muestrario etnográfico y costumbrista, que se refleja en las colgaduras de sus paredes. Desde la plazoleta de entrada hemos de proseguir la marcha por una asfaltada pista que surge a la derecha que avanza con sentido septentrional entre prados de siega y salpicados de buenas cuadras y todo ello, a la sombra de un tupido bosque de castaños. Nos vamos elevando ligeramente, mientras aparecen en el horizonte próximo la belleza de sus paisajes, hasta alcanzar la aldea de Miruxeo, que se asienta en medio de una preciosa vega y salpicada de casas restauradas, algunas de ellas habitadas temporalmente (550 m) 2 km. en 1 h de marcha. Desde este lugar surgen pistas agrícolas de acceso a las fincas colindantes, pero la nos interesa en esta ocasión, prosigue al frente, tras cambiar el asfaltado por piso de tierra. Nos vamos por ella y tras un pequeño remonte, nos hallaremos más adelante en el crucero de pistas de la Payeguina. Desde este lugar desciende la pista a las dos Cangas, la de Arriba y la de Abajo, mientras que al frente se prolonga el transcurrir de esta ruta senderista que se dirige a la localidad de Gallegos. Un sostenido descenso nos emplaza en este pueblo (460 m) 4 km en 2 h. de marcha.

Gallegos está asentado en torno a la ería de San Pelayo, con su estructura urbana muy remozada y con aparcamiento público, tiene además un museo etnográfico cuyos objetos allí recogidos, pretenden recuperar la cultura tradicional y etnográfica de nuestros ancestros. Nos acercamos hasta el término del pueblo donde se encuentra su iglesia parroquial de San Pelayo, el museo etnográfico y una bonita panera que hace unos años y ante las obras de la carretera, fue desplazada de sitio, íntegramente. Después y eludiendo la carretera que desciende a Valdecuna, giramos a la derecha con sentido meridional en dirección al pueblo de Cenera. Más adelante pasaremos ante el castro de Santa Ana, que fue catalogado en investigado precariamente por el arqueólogo Rogelio Estrada y acompañado por mi persona. Este yacimiento prehistórico, que conserva en su interior muestras evidentes del pasado castreño de este valle, necesita una intervención o excavación programada. Más adelante conectamos con el crucero de acceso a Villar de Gallegos y a la población de Cenera, donde finalizamos esta bonita ruta circular. (280 m) 6 km. en 2 h y 45 min de marcha.

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