Después de hacer un análisis de las elecciones autonómicas, municipales y -ahora- de las generales y ver los resultados del PP en Asturias, como muchos afiliados y simpatizantes, vemos que tiene que haber un relevo en la dirección del PP asturiano. Personalmente, por los años que llevo en el partido (son más de treinta), la gente me conoce y me pide que haga llegar esta reflexión a la dirección regional; como jubilado, y con tiempo bastante, hablo con la gente y a gritos me lo piden: la calle es un fiel testigo.
Yo también me sumo a la petición de la calle pues, a la hora de la verdad, los votos son los que marcan el triunfo o el fracaso y no voy a nombrar persona por persona, pero lo que no puede suceder es que se perpetúen en el poder para perder elecciones hasta tres veces seguidas y aún aspiren a seguir. Esto es pura demagogia y pronto tocaremos fondo y seremos incapaces de recomponer el partido; yo, ya lo veo muy difícil.
Hay que pensar en caras nuevas que den otro aire al partido, pues en él hay hombres y mujeres muy capaces para coger las riendas. Quiero que quede claro que, a nivel personal, no tengo nada contra nadie; para mí el partido es una cosa y los amigos son otra. Por el bien del partido hay que separar los dos campos. En las candidaturas tienen que ir aquellas personas que tengan tirón y, en los primeros lugares, aquellos que abarquen grandes núcleos de población, para que el pueblo crea que su candidato es el idóneo para representarle y defender sus derechos. Estos candidatos/as deben conectar con la gente, que quieren diálogo con sus representantes; hay que salir a la calle y conectar con la gente, el pueblo es soberano y hay que tratarlo bien, como merece todo ciudadano.
Con esto quiero terminar. Y pedir ánimo a nuestros afiliados y simpatizantes, que no perdamos el Norte; que nuestro partido fue, es y será nuestro bienestar. Y espero, por el bien nuestro, que esto no caiga en el saco del olvido, que a estas horas somos muchos los que pedimos la renovación total.
Alberto Pérez Menéndez
Salas
