Mieres, A. LORCA

La hoja parroquial que sembró la polémica se titulaba: «Mensaje de Navidad sobre Cáritas, lotería, generosidad y corruptela política». En ella, el cura de Turón, Alfredo de Diego Braga, pedía a los compradores del billete de lotería premiado que colaborasen con la oficina de Cáritas Parroquial. Al parecer, algunos de los párrafos incluidos en esa carta molestaron a una parte de los vecinos de Turón. Comentarios como: «Nos atrevemos a dar la cara para vender lotería porque, en el fondo, sabemos que estamos dando la oportunidad de que a alguien le toque un dinerillo. Pedirle a esa misma persona que le vendemos lotería, pedirle, por ejemplo, que colabore con la Cáritas Parroquial, ya nos costaría más; porque somos cristianos vergonzantes y nos cuesta dar la cara por Cristo. Cristianos vergonzantes, o lo que es peor, cristianos burgueses».

Otro de los párrafos incluidos en la misiva que ha molestado a los vecinos de la localidad de Turón es el siguiente: «La Cáritas Parroquial está entrando en bancarrota, ¡claro! -dirán algunos- es que sois unos manirrotos y ayudáis a quien no debéis. Quienes eso dicen son los que habitualmente no chutan nada (o alguna vez monedas de cobre) y de esa forma se justifican tranquilamente». Si bien, en la conclusión de la hoja parroquial Alfredo de Diego deja libertad de elección: «Decidan en conciencia si cobran la lotería para ustedes o la dejan para Caritas Parroquial, si lo cobran todo para ustedes o lo dejan todo o parte para Cáritas. Hagan lo que hagan con nadie me voy a enfadar. Lo más importante es la libertad. Cada uno tiene que saber cómo gestiona su economía. Yo me limito a recordarles que los pobres están ahí, que no es poco».