Baíña (Mieres),

D. M.

El mierense Ramón del Río, desaparecido el pasado domingo, fue encontrado ayer sin vida en el río Caudal. El cadáver fue localizado por la Guardia Civil a la altura de la localidad de Baíña, en la zona norte del concejo. El cuerpo presentaba un avanzado estado deterioro vinculado a una larga permanencia en el agua. Fuentes de la investigación señalaron que, en principio, y a la espera del resultado del análisis forense, todo apunta a que el jubilado cayó al río, posiblemente a la altura del casco urbano de Mieres, y fue arrastrado por la corriente unos cinco kilómetros cauce abajo. La crecida de los últimos días favoreció el arrastre del cuerpo.

El cadáver de Ramón del Río, de 70 años de edad, fue localizado a última hora de la tarde de ayer. Se encontrada en un pedrero situado en medio del río, muy cerca de la localidad de Baíña. Al cierre de esta edición la Guardia Civil estaba a la espera de que el juez decretase el levantamiento del cadáver. La familia ya había sido avisada y esperaba en la orilla el momento de la evacuación del cuerpo para poder identificarlo. El citado islote detuvo el avance del cuerpo río abajo y lo dejó a la vista.

El hallazgo pone fin a una larga y tensa búsqueda marcada por el sufrimiento de los miembros de familia del jubilado. Éstos, casi desesperados por la ausencia de pistas sobre el paradero del Ramón del Río, habían organizado para hoy una batida, en la que esperaban contar con la máxima participación ciudadana. La truncada búsqueda deberían de haber arrancado esta mañana. En principio estaba previsto centrar las labores en los alrededores de La Cuadriella, Turón, en la otra punta del concejo. Se pensaba que podía estar por esa zona porque el jubilado tenía una huerta en el valle a la que acudía con mucha frecuencia.

La última vez que se vio a Ramón del Río con vida fue el pasado domingo a las cinco de la madrugada, tras abandonar su domicilio, en la calle Alfonso Camín, en pleno centro de Mieres. Fue grabado por una cámara de seguridad de la Policía Local. A partir de ese momento se le perdió el rastro, pese a que algunos testigos señalaron, sin aseverarlo con seguridad, haberlo visto en distintos lugares del municipio, entre otros, en las proximidades del campus universitario de Barredo.