Mieres del Camino,

David MONTAÑÉS

Mieres ya conoce el diseño del futuro edificio administrativo de La Mayacina. El proyecto, con un coste estimado de 5,7 millones de euros, será financiado con fondos mineros de la anualidad 2006. Definida la forma y, en principio, despejado el pago, ahora queda por concretar los tiempos de ejecución. El futuro equipamiento, en el mejor de los casos, no podrá entrar en servicio antes de 2013, siete años después de la firma del convenio.

La ejecución del nuevo Ayuntamiento se enmarca dentro del ambicioso ensanche urbano que Mieres está acometiendo en los terrenos de la Mayacina. El anteproyecto firmado por el despacho DMG Arquitectos, seleccionado a través de un concurso de ideas, tiene un plazo inicial de ejecución, según recoge la propuesta, de 24 meses. Sus responsables, Daniel Díaz Font y Belén Martín-Granizo, tienen a partir de ahora tres meses para presentar el proyecto definitivo, es decir, para desarrollar el boceto que ha merecido el beneplácito del jurado. La intención del Gobierno local es iniciar el proceso de licitación una vez tengan en su poder el trabajo. Por muy ágil que sea la tramitación, hasta principio de 2011 será materialmente imposible que las obras estén en condiciones de abordarse.

La construcción del futuro Ayuntamiento de la Mayacina conllevará una obra compleja debido a las características del mismo. El edificio administrativo tendrá una gran pantalla acristalada y se integrará en el futuro barrio a través de una plaza abierta que conformará un moderno edificio en forma de «L». El anteproyecto diseñado por DMG Arquitectos, con despachos en Madrid y León, recoge una edificación de 3.200 metros cuadrados, con 2.400 para uso administrativo.

Los representantes del jurado destacaron el pasado miércoles, cuando se dio a conocer el ganador del concurso de ideas, que el futuro edificio contribuirá a vertebrar el incipiente barrio de la Mayacina integrándolo en el casco urbano. El inmueble se construirá prácticamente adosado a la iglesias de Santa Marina. La planta baja será de atención al público y el resto del inmueble se destinará a oficinas.

Los responsables municipales decidieron abordar esta actuación debido a las carencias que presenta el actual Consistorio, lo que ha obligado a lo largo de los últimos años ha descentralizar muchos servicios, con instalaciones auxiliares esparcidas por todo el casco urbano.