El Ayuntamiento de Mieres ya ha confirmado que el vertido de sangre y vísceras que a mediados de junio se detectó en el río Caudal a la altura de Sueros provenía del matadero municipal. Tal y como denunciaron los movimientos ecologistas y los propios vecinos, todo se debió a una fuga que tuvo su origen en las citadas instalaciones. Los responsables del equipamiento lo vinculan a una "avería puntual" que ya ha sido subsanada.

La Coordinadora Ornitolóxica d'Asturies informó a este diario que permanecerán "vigilantes" para que hechos como el sucedido "no se vuelvan a repetir". Y es que la citada plataforma ecologista sostiene que el vertido del pasado mes de junio no es un hecho aislado y que existen precedentes.

El vertido fue detectado por los vecinos de la zona. Se localizó a altura del puente que une Sueros con el polígono de Fábrica de Mieres, justo a la altura del geriátrico de Ablaña. Los vecinos dieron la voz de alarma. Las aguas del río se fueron tiñendo poco a poco de color rojo, lo que pronto llamó la atención de los viandantes. La mancha pronto se propagó por todo el cauce, teniendo que actuar la Policía Local. Hay que recordar que el paseo fluvial del río Caudal transcurre paralelo al cauce en ese tramo, por lo que es una zona muy frecuentada por personas aficionadas a caminar o a correr. Además del cambio de color, los testigos afirman que también se hizo notar el olor. "Era una hedor como a animal a muerto", explicaron en su momento varias personas que presenciaron lo sucedido en el río.