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Las heces de pájaros amenazan los ríos

Las asociaciones de pescadores denuncian que la acumulación de excrementos de aves en los cauces de la comarca es una amenaza por el riesgo de contagio de enfermedades

Piedras situadas a la orilla del río Caudal manchadas por excrementos de pájaros.

Los millonarios planes de recuperación ambiental abordados en la década de los noventa en los ríos de los valles mineros permitieron recuperar unos cauces que se encontraban gravemente enfermos debido a la contaminación. Las aguas hace tiempo que no bajan ennegrecidas por el carbón, lo hacen cristalinas, pero los pescadores sostienen que siguen siendo peligrosas. Ahora esconden una amenaza casi invisible. Las asociaciones denuncian que la "incontrolada" proliferación de aves está provocando una elevada acumulación de excrementos en los cauces. Sostienen que la comarca del Caudal, en concreto, se enfrenta a una grave problema de salud pública.

La denuncia de los pescadores guarda relación, sobre todo, con el consumo de agua potable. Las asociaciones de Lena, Morcín, Riosa, El Maravayu (Aller) y la Asturiana de Pesca reclaman a las administraciones, tanto locales como regional, que tomen medidas para frenar el "desmedido" aumento de la población de aves, sobre todo de gran tamaño, como patos, garzas y, sobre todo cormoranes. Alegan que estos animales, en los meses de sequía, defecan incesantemente en las piedras y orillas de los ríos. Así, cuando llegan las crecidas se acumula en el agua una gran cantidad de excrementos: "Se trata de miles de aves depositando sus heces en las aguas y cuando el río crece barre todos estos restos orgánicos, arrastrándolos, y dirigiéndolos en parte hacia las redes de abastecimiento público", señalan los portavoces de las citadas plataformas deportivas.

Los pescadores sostienen que son muchas las enfermedades que se pueden derivar del consumo de agua contaminada con defecaciones de aves. "Según los estudios de los especialistas son los niños y las personas mayores, además de los enfermos de SIDA, cáncer y diabetes los que más expuestos están ante la ingesta de estas formas microscópicas". Las asociaciones han recabado información sobre las posibles infecciones que pueden propagar las aves a través del agua, como la salmonela, la tuberculosis aviar, la psitacosis o la chlamydoohila psittaci, bacteria que provoca unos síntomas parecidos a los de un resfriado y que puede desencadenar una neumonía.

Las asociaciones de pescadores exigen a los ayuntamientos que tomen medidas. Para empezar piden análisis. "Es un tema preocupante y, si no nos hacen caso, estudiaremos iniciar acciones legales, ya que lo que está en juego no es la práctica de la pesca, sino la salud pública". Los colectivos no quieren que la opinión pública se confunda. "Nosotros hace tiempo que reclamamos que se reduzca la población de cormoranes, ya que están esquilmando los ríos, pero ahora de lo que se trata no es de eso", señalan. Y añaden: "Como pescadores pedimos que se controle al cormorán porque no es un ave autóctona y porque está acabando con los ríos; ahora actuamos como parte de la sociedad vial, alertando de un problema que está contrastado por especialistas". Las asociaciones afirman que son "miles" las aves que habitan en los ríos del Caudal . "En el caso de los cormoranes son auténticas máquinas de cagar, pudieron depositar hasta 200 gramos al día", dicen los pescadores.

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