Braulio FERNÁNDEZ

Xivares (Albandi),

El Defensor del Pueblo se ha posicionado contra la postura del Ministerio de Medio Ambiente respecto al desmonte del alto de Aboño (Carreño), actuación que se enmarca en las obras de ampliación del puerto gijonés de El Musel, según recoge el plan de usos. La Administración estatal ha negado hasta el momento la necesidad de realizar un estudio de impacto ambiental previo a la actuación en el alto de Aboño, desoyendo los informes y alegaciones realizados por distintos colectivos, ONG ambientales y el propio Ayuntamiento de Carreño.

Ahora, es Defensor del Pueblo se ha posicionado y contradice al Ministerio. Argumenta su discrepancia en cuanto a que «no se han ponderado los efectos ambientales en la decisión sobre una fase anterior a la de los proyectos, ni se ha actuado de forma ambientalmente estratégica en la fase de aprobación del Plan de Usos de los Espacios Portuarios».

La petición de amparo fue realizada por la asociación vecinal de Xivares «El Tranqueru», que recurrió inicialmente a la Procuradora General de Asturias. Por tratarse de temas de competencia estatal, ésta remitió la petición del colectivo vecinal al Defensor del Pueblo. Los vecinos han acogido con gran alegría la respuesta de este órgano, que está a la espera de escuchar las alegaciones de la Asociación «El Tranqueru» al documento para así, una vez recibidas, realizar la resolución de estas actuaciones.

«Nos parece un nuevo e importantísimo tirón de orejas a una Administración que hasta el momento, incluso, se jactaba de su impecable actuación y que como vemos es ignorante del más elemental procedimiento administrativo conforme a norma y ha dejado indefensos a los ciudadanos, con sus derechos pisoteados», explicó Javier Rubio Melgar, portavoz del colectivo vecinal carreñense. «El Defensor refuerza nuestra postura con más argumentaciones de peso que esperamos hagan aparecer el sentido común en aquella clase política que aún no se ha quitado la venda de los ojos», sostiene el portavoz vecinal.

Este colectivo lleva varios años luchando para evitar la desaparición del alto de Aboño mediante el desmonte. La consecuencia más nefasta sería la de cercenar la única barrera geográfica que divide la población residencial de Xivares de la industria pesada. También se verían afectados otros barrios como Carrió, ya absorbido por la polución.

«Para los vecinos la única alternativa que cabe es la de que Aboño se quede como está», insistió Rubio Melgar. «No se puede estar preparando planes de realojo para los vecinos de Carrió y, a la vez, en lugar de frenar eso, avanzar hacia nuevos núcleos de población con industria pesada, molesta, insalubre, nociva y peligrosa», concluye.

La no ampliación del espacio de usos del puerto de Gijón es la postura también defendida por el Ayuntamiento de Carreño, y por el propio Defensor del Pueblo, que un informe emitido en febrero del presente año advertía de la proximidad de núcleos de población consolidados, la cercanía de las playas de Peña-María y Xivares, o las prerrogativas del propio Plan de Ordenación del Litoral Asturiano.

El Defensor del Pueblo explica en su escrito de respuesta, una vez ha sido consultada la Secretaría General para la Prevención de la Contaminación y el Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente, que «un plan de usos que no define los usos no es tal plan, ya que no expresa estrategias, directrices ni propuestas previstas para satisfacer necesidades sociales».

El Defensor ha dicho que su discrepancia «alcanza a la práctica totalidad de la exposición del órgano ambiental». Los vecinos siguen pidiendo que se evalúe el impacto ambiental del plan de usos de El Musel.

El plan de usos del puerto de El Musel recoge la ampliación hacia Aboño.

Actuación

La ampliación hacia Aboño requerirá el desmonte del alto.

Rechazo vecinal

Los vecinos de la asociación de Xivares rechazan que se elimine el alto de Aboño debido a que, de esta forma, desaparecería la frontera natural con el núcleo de población.

Defensor del Pueblo

El órgano estatal ha dictaminado que la operación de desmonte del alto de Aboño requiere estudio de impacto ambiental, algo que el Ministerio de Medio Ambiente no tenía previsto llevar a cabo para ejecutar las obras.