Anes (Siero),

Manuel NOVAL MORO

Las instalaciones de El Conixu, en San Pedro de Anes, son toda una metáfora del conocimiento humano. Siempre se ha dicho que para avanzar hacia el futuro hay que tener presente el pasado y eso es lo que hacen todos los días las personas que trabajan en el Centro de Investigación de Fuegos y Ventilaciones en Túneles San Pedro de Anes. Para acceder a las instalaciones, que son las más avanzadas de Europa en su campo, tienen que atravesar el túnel antiguo del ferrocarril, que data del año 1849 y es el más antiguo de España. Y en menos de doscientos metros, se pasa del túnel del pasado al túnel del futuro, construido hace tres años para realizar las investigaciones.

El Conixu fue en su momento un punto importante del ferrocarril minero de Langreo. En esta zona se encontraba el conocido plano inclinado, el único que se usó en el transporte de viajeros en España. Con él se salvaban los 92 metros de desnivel que separaban la estación de La Florida y la de San Pedro. Se trataba de un tramo de vías de 715 metros, con una pendiente del 12 por ciento de desnivel. El sistema que se usaba en un principio era la simple compensación por la gravedad. Los vagones más cargados descendían por una vía y arrastraban los vacíos por la otra. Más tarde, se instaló una máquina de vapor.

La actividad ferroviaria se extinguió en 1963, y la zona se convirtió entonces en una escombrera, que estaría activa hasta 1985. Tuvieron que pasar otros veinte años para que El Conixu cobrara vida. En el exterior del túnel antiguo que hace de entrada de las nuevas instalaciones, aparece un cartel con las siglas TST (de la expresión inglesa Tunnel Safety Testing), que es la empresa que se encarga de realizar las pruebas en el túnel experimental.

En el interior de este túnel se realizan ensayos e investigación de sistemas de ventilación y control de incendios en túneles, y también hay una actividad de formación de operadores de túneles, bomberos, conductores de autobús, voluntarios de protección civil o todas aquellas personas que podrían verse involucradas en una emergencia, y cuyos conocimientos pudieran servir para evitar riesgos. Esta semana, precisamente, el Cuerpo de Bomberos de Oviedo realizaba varias prácticas con fuego real.

Según el director de TST, Fernando Garrido, han pasado por el centro, además, bomberos de Zaragoza, Torremolinos, Madrid y Cáceres, así como de varias localidades de Portugal. Estas prácticas permiten comprobar el comportamiento del fuego, y especialmente del humo, en los incendios en los túneles, donde la ventilación juega un papel esencial.

Como explicaba Fernando Garrido, y como pudieron comprobar los bomberos desplazados al centro experimental, el fuego casi nunca es el problema en los incendios en túneles. El humo constituye el verdadero peligro. Porque en los túneles largos puede convertirse en una trampa mortal. El humo se eleva en la zona en la que se produce el fuego hasta el techo, y con la ventilación natural se va desplazando hacia la salida, siempre por la parte de arriba y sin alcanzar la altura de las personas, hasta que, llegado un punto en que se aleja suficientemente del foco del fuego, comienza a enfriar y desciende hacia el suelo, con el consiguiente peligro para las personas que estén atrapadas en el interior.

El desplazamiento del humo es muy rápido. De ahí que siempre se aconseje a los conductores, si se da una situación real, que quiten el contacto del coche, lo dejen en el interior del túnel y salgan corriendo lo más pronto posible. La labor de los equipos de extinción consiste, entonces, en crear un pasillo de aire limpio en el interior del túnel que permita respirar a las personas.

El centro de Anes permite practicar en las mismas condiciones que si se dieran situaciones reales, y también cuenta con sistemas de seguridad parejos a los de los túneles de las carreteras.

Con una longitud de 600 metros, el túnel imagen cuenta con una galería de emergencia inferior, cuatro salidas de emergencia, una cada 150 metros, y dos estaciones de ventilación. Asimismo, tiene 15 estaciones de medida y control, sistemas de hidrantes, depósitos de agua y un sistema de recogida de vertidos.

En estas instalaciones también se realizan ensayos con materiales antideflagrantes, o validación de modelos de simulación. Además, el centro cuenta con un laboratorio, que es el único de Europa capaz de realizar ensayos a ventiladores a alta temperatura. La resistencia de dichos ventiladores se comprueba introduciéndolos en un horno o en un circuito de aire caliente. La zona de El Conixu ha conseguido resurgir del pasado para convertirse en un centro con futuro, siempre relacionado con los túneles. El tiempo pasado, presente y futuro se da la mano en San Pedro de Anes.