Alto de Aboño (Carreño),

Gonzalo BENGOA

La estatua de la infanta Isabel, «La Chata», se ha salvado de la piqueta del alto Aboño. Frente a lo pensado inicialmente, de que las palas del Puerto de Gijón se habían cargado la escultura, junto con una casa y una fuente, resulta que un vecino salvó a «La Chata» y la tiene recogida en su casa.

Se trata de la escultura que dedicó la Asociación de Vecinos del Alto Aboño a la Familia Real española, en recuerdo de una visita de la infanta, y que ha conseguido librarse de las demoliciones de la zona. La infanta Isabel, «La Chata», visitó en 1915 la zona y comenzó su recorrido por el alto de Aboño. Fue la primera visita de la realeza al concejo y la infanta Isabel accedió a él por el campo La Morena, cruzando el estuario de la ría de Aboño en una barca, y continuando el trayecto en un carro. Por haber escogido esta población como zona de acceso a Candás, la Asociación de Vecinos del Alto Aboño le dedicó la escultura que hasta ahora se temía que fuera una víctima más de las demoliciones.

Las actuaciones de la Autoridad Portuaria de Gijón, llevadas a cabo sin licencia municipal en Carreño, han generado gran malestar.

El gobierno local tiene previsto plantear mañana lo ocurrido en la Junta de Portavoces para ver qué acciones se llevarán a cabo. Mientras tanto, el Ayuntamiento no ha tomado ninguna medida y el puerto de Gijón mantiene sus operaciones en el alto de Aboño, enmarcadas en el desmonte de la zona para la ampliación de los muelles. El Ayuntamiento espera, además, por el informe jurídico encargado por tal asunto. La próxima semana se verá si la Autoridad Portuaria puede seguir adelante con sus derribos.