Villaviciosa,

Mariola MENÉNDEZ

La recadera de Villaviciosa se llama Verónica Santurio. Esta joven acaba de convertirse en empresaria con un original proyecto: atender la demanda de aquellas personas que no disponen de tiempo para realizar multitud de gestiones o trámites que surgen en el día a día. «Voy a un recado», como así se llama esta iniciativa de negocio, «vende tiempo» y se convierte en un asistente personal que evita a los clientes tener que pedir favores a vecinos, familiares o amigos cuando su ritmo de vida no les deja hueco para determinadas cuestiones que pueden delegar en ella.

Los servicios que oferta son variados. En el hogar van desde recoger el correo, ventilar la vivienda, regar las plantas o dar de comer a las mascotas cuando el dueño está de vacaciones hasta el pago de recibos («viñeta» del coche, la comunidad de vecinos, contribución, etcétera). Asimismo, Santurio se ofrece a supervisar obras y averías porque, en ocasiones, atender al técnico que va a reparar un electrodoméstico al domicilio supone tener que ausentarse del trabajo. Ahora no. Verónica Santurio se encarga de ello, al igual que de hacer la compra semanal, de adquirir regalos o recoger la ropa en la tintorería.

Esta novedosa empresa también se ofrece a pasar la inspección técnica de vehículos o a llevar el coche al taller. Su lista de servicios es amplia y se completa con la realización de una infinidad de trámites, gestión de licencias, permisos o subvenciones, así como acudir al centro de salud a por recetas médicas, recoger medicinas en farmacia y acompañar a citas médicas. Pero no sólo eso, en «Voy a un recado» organizan comidas y reuniones familiares, compran entradas para espectáculos o solicitan presupuestos.

Verónica Santurio también quiere enfocar su proyecto hacia la empresa por lo que se compromete a comprar suministros, material de oficina, cobro de recibos, trabajos administrativos así como diversas gestiones.

Esta joven empresaria maliayesa de 34 años señala que la idea surgió desde su propia experiencia personal, ya que cuando trabajaba como administrativa cada vez que tenía que salir a realizar algún papeleo al banco, sus compañeros le encargaban algún recado. De esta forma se percató de la falta de tiempo que muchas veces se tiene con el ritmo de vida actual. La idea de negocio surgió tomando un café y charlando sobre la situación laboral y económica, por lo que cuando se quedó sin trabajo se matriculó en un curso para jóvenes emprendedores en Villaviciosa, que se convirtió en un trampolín para crear su actual empresa. No sólo está pensado para clientes jóvenes, también para muchas personas de la zona rural de Villaviciosa que no disponen de vehículo o movilidad suficiente para ir a comprar medicamentos, acudir al centro de salud o realizar la compra.

Santurio abarca Gijón y Villaviciosa, aunque no descarta ampliar el área geográfica a otras zonas próximas como Siero o el resto de los municipios de la Comarca de la Sidra. Esta maliayesa asegura que aunque su empresa ni si quiera ha cumplido un mes de vida, ha sido «muy bien aceptada» y asegura sentirse «muy ilusionada». Las tarifas van en función de la urgencia del recado y del tiempo que requiera, pero oscilan entre 5 y 17 euros.