No está siendo la temporada 2011-2012 buena para los anguleros del bajo Nalón. Ni en precio, ni en cantidad, hemos alcanzado las cotas de la temporada anterior, especialmente bondadosa en kilos y euros, cortando las esperanzas de los interesados. Podemos recurrir a los famosos dientes de sierra, como comúnmente se hace con el salmón, para justificar los descensos, pero siempre denotamos una clara y rápida tendencia general a la baja. Fundimos lo coyuntural y lo estructural, para justificar lo injustificable. El calamar de potera o el pescado de roca son dos buenos ejemplos de la obligatoria diversificación de los profesionales del sector hacia especies económicamente rentables y atractivas. Mayor problema encontramos con los pescadores de orilla, que tienen menos alternativas, pero que buscan en el percebe o el pulpo un refugio, una renta complementaria que no les da la angula. La pesca tradicional en la comarca merece nuestra atención y apoyo, ya que es parte de nuestra economía y un referente cultural que no podemos perder.