Villaviciosa,

Mariola MENÉNDEZ

La recesión económica actual también ha repercutido en el tipo de planta que se cultiva. Los viveristas señalan que desde que se terminó la época boyante de la construcción los clientes han dejado de comprar plantas ornamentales para sus jardines y ahora la demanda se centra en los árboles frutales, con la intención de poder sacarles una rentabilidad en el caso de que se necesite. «Creo que hay esa psicosis colectiva de plantar frutales por si acaso y también se están vendiendo mucho pequeños frutos como los arándanos», señala el viverista de Villaviciosa Pedro Nieda, que también ha notado el incremento de peticiones de manzano de sidra.

El profesional del sector y también maliayés José Madiedo confirma que esta tendencia a cultivar frutales no se circunscribe únicamente a la Comarca de la Sidra y se puede hacer extensible incluso al resto de España. Incluso asegura que en algunos casos la venta de las manzanas ayudó a algunas familias a pagar la letra de la hipoteca o vino estupendamente para sufragar otros gastos domésticos, «cuando antes las pumaradas quedaban sin apañar».

A pesar de la batalla que vienen librando durante los últimos años los cosecheros de manzana de sidra con los corzos y con la rata topo, estos animales continúan siendo los principales enemigos de la viabilidad de los árboles. «Seguimos teniéndolos, porque aunque menguaron en algunas zonas vuelven a otras», señala Madiedo con respecto a los temidos topillos.