Candás, G. BENGOA

La escritora Clara Sánchez acaba de publicar su nueva novela, «Entra en mi vida», con una gran expectación tras el éxito alcanzado con «Lo que esconde tu nombre», con la que ganó el premio «Nadal» en 2010. En Candás, ante medio millar de bibliotecarios y participantes en los clubes de lectura de Asturias, la autora habló ayer de ambos trabajos. «En las novelas pongo mi vida, mi corazón y el sudor de mi frente. Pero creo mucho en la intuición y en la inspiración», dijo la escritora, que mantuvo un coloquio con los lectores en el Teatro Prendes durante más de dos horas.

«Entra en mi vida» está llena de mujeres: de abuelas, madres e hijas, aunque «también hay algún hombre». La escritora detalló cómo en su familia la presencia de las mujeres «ha sido aplastante» y le han inspirado mucho porque «eran muy melodramáticas». Esto ayudó para que acabara siendo escritora, ya que «desde pequeña te hace meterte en el mundo de las emociones y es algo que arrastro hasta hoy». «Entra en mi vida» retrata una historia con un tema tan actual como el de los casos de los niños robados.

La escritora comenzó hablando de su condición de hija de ferroviario, que le obligó a cambiar ciudad y de vida en numerosas ocasiones. «Tenía que adaptarme y para una niña es algo costoso», confesó Sánchez, quien explicó que esta sensación de adaptación «es algo que me marcó durante toda la vida y ha marcado mi carácter». También habló de la sensación de pérdida, «como cuando ves pasar a gente en el tren que nunca volverás a ver jamás».

Y destacó que «esa sensación de extrañeza ante la vida es lo que vuelco en mis novelas». Desde su primera novela habla «de lo extraña que me siento en la vida, porque la vida me sorprende», y recordó que la idea de que «la realidad más normal esconde algo que está por descubrir» queda reflejada en la premiada novela «Lo que esconde tu nombre».

Sánchez expresó que con cada novela ha ido madurando como persona y explicó la importancia que para ella tiene la memoria del presente, «porque es lo que no llego a retener». «El presente no me deja pensar, por eso trato de atraparlo en las novelas para luego reflexionar sobre ello», aclaró la escritora.

En el coloquio le preguntaron sobre los hábitos de lectura en España y ella cree que en nuestro país «se sigue leyendo, pero menos públicamente», y lamentó que en el metro «ahora haya más móviles entre las manos que libros». Clara Sánchez reconoció que siempre escribe «con el corazón a punto» y recomendó a varios autores que «han aportado mucho a la literatura pero no son muy conocidos». Citó a la canadiense Alice Munro, a la italiana Natalia Ginzburg y a la catalana Mercè Rodoreda. También destacó obras como «La Metamorfosis» de Kafka y «El Extranjero» de Albert Camus.

La escritora dijo ser «una devota de los clubes de lectura, que ilusionan a los lectores para que se reúnan, para que el libro sea algo íntimo en la vida». Por ello agradeció el trabajo a sus responsables en Asturias, por «vuestro tesón e ilusión». También tuvo palabras de agradecimiento para los libreros «por no rendirse y para que salgan a flote en estos momentos de crisis». Según la escritora, «hay que mantener la ilusión por el libro», y comparó a los libreros con los farmacéuticos, «porque te recomiendan libros ante cualquier estado de ánimo». «No se puede prescindir de esta mano amiga que acerca el libro a los lectores», añadió.