Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

Candás puede librarse por fin de la draga en el puerto durante el verano. El hecho de que ya se haya asignado una partida presupestaria en las cuentas de la región para estos trabajos, unido a la insistencia del Ayuntamiento para que las extracciones de arena no coincidan con la temporada de baños derivará en la posibilidad de elegir un calendario de actuaciones que evite la interferencia de ambos hechos. Durante los últimos años, las quejas por parte de los bañistas habían sido feroces, llegando incluso a recogerse firmas para paralizar las actividades de extracción de arenas del caladero, mientras desde el Ayuntamiento se reproducían una y otra vez las peticiones al Principado para trasladar el dragado fuera de las fechas estivales.

«No hay otras fechas», era la respuesta que los munícipes acostumbraban a recibir del gobierno regional. Pero el próximo año las demandas podrían surtir efecto, y los bañistas de la playa de Palmera de Candás no tendrán que contemplar ni a «La Nalona» ni a la draga de la «Ría de Navia» mientras disfrutan del bueno tiempo y el agua del Cantábrico. El Alcalde de Carreño, el socialista Ángel Riego, concretó ayer que «si los tiempos son los normales, el dragado tendrá que empezar antes del verano».

Así, la extracción de las arenas se realizaría durante los meses de primavera, de marzo a junio, para evitar coincidir con la actividad turística de Candás. Eso sí, esperan que los trabajos no se alarguen tanto como para que el 15 de junio se tenga que seguir sacando arena del fondo del puerto de la villa.

Evitar la coincidencia de las dos actividades será posible gracias a la rápida gestión municipal, que permitirá conocer los plazos de contratación de los trabajos de dragado y por lo tanto tener más capacidad de elección de fechas. Unos trabajos que son «imprescindibles», según los pescadores de la villa marinera, habida cuenta de la gran cantidad de arena que durante el invierno se acumula en el dique. Especialmente en la zona de entrada, la bocana, entre las puntas del puerto y el «Espigón». La situación es tan dramática que esta zona tiene en ocasiones poco más de un metro de calado, haciendo que las embarcaciones golpeen en el suelo marino e incluso encallen.

El dragado se ha venido realizando tradicionalmente durante el verano, lo que ha indignado a los vecinos, que de forma espontánea, llegaron a recoger más de medio millar de firmas entre los bañistas en pocos días, trasladando la petición al Ayuntamiento. La actividad de la draga genera malos olores y suciedad en el agua, por el efecto que produce sobre el fondo arenoso del dique, próximo a la zona de baño.