Mónica G. SALAS
El 13 de octubre de 1964 fue un día clave en la enseñanza en Carreño. Nació en Candás, en la calle Bernardo Alfageme, la Sección Delegada del Instituto Carreño Miranda de Avilés. Su inauguración fue sinónimo de progreso en la villa marinera, ya que hasta la fecha los candasinos, tenían que preparar por libre el Bachillerato elemental y superior, y presentarse a los exámenes. Aunque el recién creado instituto de Candás dependía por aquel entonces de Avilés, su puesta en marcha permitió que por primera vez en la historia los alumnos pudiesen completar sus estudios en el pueblo. De aquellos primeros años se acuerdan a la perfección los exalumnos. El instituto, hoy ubicado en el barrio de San Antonio, celebra su 50.º aniversario. El centro tiene pendiente concretar el programa especial de actos que se llevará a cabo este curso.
Joaquín Prendes, de la primera promoción del instituto, nunca olvidará el primer día de clase en el edificio que hoy ocupa el centro de día para mayores y de apoyo a la integración de las personas discapacitadas, justo enfrente del centro polivalente La Baragaña. De aquella, enfrente no había nada, sólo tierra. "Empezamos el 14 de octubre, un día después de la inauguración, no teníamos ni patio cerrado; me acuerdo que la clase de gimnasia la dimos en la plaza de La Baragaña", comenta, sin dejar de aportar nuevos datos. Entre ellos, que la primera directora del centro fue Clara Barreiro.
En esos años, el instituto estaba formado por cuatro cursos de Bachillerato elemental, a los que accedían estudiantes de 10 a 14 años. "En total, debíamos de ser unos 150 alumnos, de los cuales más de 80 íbamos a primero. Había una clase para niños y otra para niñas. Sólo nos veíamos en el recreo", explica Prendes. Sin embargo, la matrícula no dejó de aumentar en cursos posteriores y ya en 1968-1969 eran casi 400 jóvenes los que asistían a las clases.
El centro carreñense siguió siendo una Sección Delegada del Instituto Carreño Miranda de Avilés hasta 1969, cuando se independizó y pasó a llamarse Instituto Nacional de Enseñanza Mixta de Candás. Incorporó además el Bachillerato Superior, pasando a tener quinto y sexto curso. "Lo pasábamos muy bien. Yo me acuerdo que estaba deseando siempre que llegase la hora del recreo para salir al campo de tierra y jugar al pincho", cuenta José Luis González, que de aquella tenía sólo 10 años.
"Ahora tengo 60, pero los buenos recuerdos ahí siguen", apunta. Este candasín no borra de su cabeza el nombre de los profesores que más le marcaron en la vida: don Juan, el de Matemáticas; don Jesús, el de Geografía; don José María, el de Gramática; y doña Amparo, la de Francés, entre otros muchos. "Eran muy duros con nosotros, pero fueron muy buenos maestros", señala, por su parte, Joaquín Muñiz, otro exalumno y sobrino de la señorita Angelinos, la mujer que durante años dio clases en la famosa Academia, a la que muchos iban como refuerzo.
En esos años, los candasinos llevaban uniforme: pantalón o falda gris, camisa blanca, corbata, jersey verde y abrigo azul oscuro, como se observa en las fotografías de la época. Esa indumentaria se mantuvo hasta 1975. En esa etapa existía en el instituto un coro, dirigido por la profesora Sara Gutiérrez y un grupo de rondalla, creado por el maestro Félix García. Otro dato interesante, que aporta Joaquín Prendes, fue la inauguración, en otoño de 1964, es decir, justo cuando comenzó a funcionar el instituto, de la primera exposición en Candás de la obra del escultor local Antón. "Estuvo un tiempo en el salón del centro; eso me quedó grabado", indica.
Cambio de sede
Más adelante, el instituto vivió dos fechas importantes en su historia. La primera en el año 1976, cuando dejó su sede en el centro del pueblo y se traslado al barrio de San Antonio, a la carretera de El Faro, donde ahora sigue en activo. Y la segunda, en 1990 cuando cambió de nombre: pasó a llamarse Instituto de Enseñanza Secundaria de Candás. Un hecho importante también fue el inicio del transporte escolar, que llegó de la mano del primer alcalde democrático en el concejo, José Luis Fernández Vega "Pelís". A ello se unió la creación de un comedor, que consiguió multiplicar el número de alumnos.
De las aulas de Carreño, que hoy cumplen 50 años, salieron médicos, ingenieros, abogados, empresarios... Su creación en 1964 repercutió en la mejora cultural del concejo, como así lo corroboran los padrones municipales de los años 70, con un considerable aumento de personas con Bachillerato y título universitario, del que da cuenta el catedrático de Historia, José María González. Los alumnos de la primera promoción, los que vieron nacer el instituto así lo creen también. Tanto les marcaron los libros, que estos candasinos se reúnen todos los años una vez al año.
La primera cena en organizarse, la más numerosa, fue el 8 de septiembre de 2001. Al encuentro asistieron más de medio centenar de carreñenses, hoy desperdigados por el mundo, y dos antiguos profesores: Ángel Martín, que llegó a ser incluso director, y Juan Ruiz. Así se recoge en un artículo de LA NUEVA ESPAÑA, que fue publicado al día siguiente de la reunión bajo el título "La generación del La, la la". En sus líneas y ahora en éstas también queda reflejado el profundo cariño que los candasinos le tienen a las aulas cincuenta años después de su fundación.
