Empezaron siendo sólo dos jóvenes: Ana Álvarez y Goretti Alonso, entonces estudiantes de Secundaria en el Instituto. Ellas fueron las que en 2006 decidieron organizar por primera vez un mercadillo solidario en la villa para ayudar a los más necesitados. Ese rastrillo cumple este fin de semana nada menos que ocho años, con la diferencia de que Ana González y Goretti Alonso ya no están solas; con ellas colaboran una decena de candasinos, que en los últimos meses se han volcado en el proyecto. Prueba de ello es que han conseguido la participación de sesenta tiendas del concejo, que han donado todos los productos que hasta hoy se exhibirán en el centro polivalente La Baragaña de Candás.

"Los vecinos se vuelcan con nosotras, tanto a la hora de donar artículos como a la hora de comprar. Estamos muy contentas. Incluso hay gente que viene y encima de darnos algo para que nosotros lo vendamos, compra otra cosa", explica Ana González, que después de ocho años detrás del mostrador prácticamente todo el pueblo la conoce. Y es precisamente esa confianza la que hace a muchos candasinos ser solidarios y animarse a consumir. "Hay gente que compra los regalos de Reyes aquí, porque casi todo lo que tenemos es nuevo y lo ponemos a precios muy bajos", sostiene González.

En el mercadillo hay de todo: desde ropa, zapatos y artículos de decoración hasta repostería, libros y juguetes. Parte de esos juguetes fueron aportados este año por el equipo de fútbol sala Villa de Candás, que el pasado fin de semana organizó un partido solidario. Todo lo recaudado en el rastrillo candasín será destinado a la ONG Seronda, que trabaja en la integración social de Guatemala. El objetivo es superar como en años anteriores los 3.000 euros y si se puede alcanzar los 4.000. El horario de apertura del mercadillo es de 11 a 19.30 horas.