La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Centenario candasín en Valencia

Carolina Prendes, carreñense que dejó el Principado hace décadas, celebró sus 100 años junto a sus familiares en una fiesta llena de símbolos regionales en la Casa de Asturias

Carolina Prendes Busto, tras cumplir los 100 años, lo celebra bebiendo unos culetes de sidra con la imagen, al fondo, de la Santina, de la que es devota. ESTHER FLORENTINO / CASA DE ASTURIAS EN VALENCIA

Los últimos años de Carolina Prendes del Busto en Valencia son de tranquilidad absoluta. Eso si, no perdona sus tres cafés diarios y, siempre que puede, algún que otro culín de sidra. Nacida en Candás en el 6 de noviembre de 1915, fue una mujer adelantada a su época al estudiar perito mercantil y comercio en Oviedo. En su juventud trabajó en el ayuntamiento candasín hasta que la Guerra Civil obligó a la familia a abandonar su tierra. Esta mujer es, además, prima del escritor Armando Palacio Valdés. Así lo señala Víctor Forano Rodríguez, uno de sus nietos y principal impulsor de un cálido homenaje que se le rindió, ayer, en la Casa de Asturias en Valencia, donde se celebró su cumpleaños.

"Ella se marchó cuando conoció a mi abuelo Jesús Rodríguez Rodero, que era militar. Tras casarse, primero vivieron varios años en Madrid y, posteriormente, se trasladaron a Valencia. Fueron padres de siete hijos. Mi abuelo era un hombre estupendo y también atípico para su época como mi abuela, le gustaba mucho cocinar y la verdad es que lo hacía muy bien. Lástima que ya no esté, pues falleció hace unos años", recuerda este joven quien, junto al resto de los nietos, se puso manos a la obra para que su abuela tuviera un cumpleaños muy especial al llegar a su centenario.

Sabedor de la señaldá de Carolina por Asturias, y sobremanera por la tierra donde nació, Candás, se puso en contacto con la Casa de Asturias en Valencia para buscar un gaitero y algo más que "le acercase a la abuela un trozo de su tierra, ya que ella ya no puede volver a visitarla más por su edad, y eso que lo hizo en muchas ocasiones y nosotros con ella. Siempre está recordando Asturias y nos hace sentir que de algún modo también pertenecemos a su tierra aunque hayamos nacido en Valencia", matiza.

A la directora de la entidad, Carmen Revuelta, le pareció una idea tan guapa que invitó a toda la familia a acudir a las instalaciones de la Casa de Asturias en Valencia y, junto con varios miembros de la misma, se pusieron manos a la obra para lograr que Carolina se sintiese casi como de vuelta a Asturias por unas horas. Así fue como ayer por la mañana, al entrar en el local y en su exterior, se encontró con la imagen de la Virgen de Covadonga, de la que es muy devota; la bandera de Asturias, un mural que representaba una pomarada, música de gaita, un asturiano escanciando sidra y hasta los miembros de la coral Benito Villafañe que le dedicaron varias canciones asturianas, entre ellas alguna habanera. La alcaldesa de Carreño, Amelia Fernández, también le envío sus felicitaciones a través de un cálido escrito.

Muchos fueron los regalos que ayer recibió esta mujer que, como muchos asturianos fuera de su tierra, se ha convertido en la mejor embajadora del lugar donde nació. "Hay muchas cosas que echa de menos: el clima, estar con la familia, pasear por la playa, Candás, el mar Cantábrico, la sidra y sobre todo los bígaros, que aquí no hay forma de encontrarlos", recuerda su nieto tras la comida de la que todos disfrutaron. Tras la misma la entrañable candasina sopló las velas de su tarta de cumpleaños y celebró que, desde hace cien años, lleva a Asturias en el corazón.

Compartir el artículo

stats