Los escolinos del Poeta Antón de Marirreguera son pura energía. Son ágiles, creativos y saben recrear en sus disfraces lo que para ellos significa el concepto de energía. Los pequeños, ayudados por sus padres y por los docentes, confeccionaron unos atuendos vinculados con la electricidad y ayer desfilaron por Candás para celebrar el Antroxu.

Los niños de 3 años iban vestidos de fuego, los de 4, de "científicos locos", los de 5 eran semáforos andantes y los de Primero se movían cual velas. Los alumnos de primero y segundo de la escuela de Guimarán-El Valle decidieron enfundarse unos trajes de "constelaciones", tanto reales como inventadas. Los de segundo curso portaban cajas de cartón a modo de electrodomésticos de todo tipo: lavadoras, hornos, microondas, tostadores... Los alumnos de tercero eran un colectivo de medusas que se hacían llamar "Agües males" (nombre asturiano de estos invertebrados marinos); otros iban caracterizados de arcoiris y los más mayores, los de sexto, eran los encargados del cortejo de la Sardina. Había viudas y monaguillos e incluso estaba Su Santidad. "A mí me se murió el marido", indicaba la "viuda" Alba Fidalgo, con pena. Junto a ella estaba Candela Calvo, que apostilló: "Yo lo maté". A su lado, Ángela Martínez, Lucía Calvo y Erika Jiménez, de 12 años, también vestían luto.

Con la música de "Pepe El Chelo" los pequeños, acompañados de sus padres y de los docentes, recorrieron las calles de Candás y, aunque generaron algún atasco, los conductores fueron comprensivos con esta celebración que llenó de color primero el colegio y, después, toda la villa.