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CRISTINA SÁNCHEZ | Nueva propietaria, junto a su hermana Marta, del Matadero Central

"Nuestro objetivo es que el Matadero vuelva a ser el buque insignia del sector"

"El primer paso será centralizar allí toda nuestra actividad logística, para lo cual necesitaremos tres o cuatro meses"

El grupo Panero formalizó ayer el pago de la señal para ejecutar la compra del Matadero Central de Asturias, con sede en Noreña. La adjudicación a este grupo empresarial sierense, propiedad de las hermanas Cristina y Marta Sánchez, es el primer paso para la reactivación del macelo. Tras depositar la señal, Cristina Sánchez atendió a LA NUEVA ESPAÑA para analizar el controvertido proceso de liquidación del Matadero y los planes que ella y su hermana tienen para estas emblemáticas instalaciones.

-Este miércoles, el juez les adjudicó la compra del Matadero, y nada más abrirse el plazo ya han pagado la señal...

-Exacto. Teníamos cinco días de plazo desde que recogimos el auto en el juzgado. Pero nuestra intención es agilizar los plazos para empezar a trabajar. Ahora tenemos treinta días para hacer el resto del pago y escriturar. Pero vamos, cuanto antes mejor.

-Por lo que han podido ver de las instalaciones, que llevan casi dos años paradas, ¿tendrán que hacer mucha obra para reactivarlas?

-Tenemos una idea ligera de lo que hace falta. Ahora hay que entrar a fondo, ver cómo está todo y valorar. En todo caso, y por lo que ya sabemos, calculamos que antes de tres o cuatro meses no podremos estar allí.

-Con esa estimación, entiendo que la idea sería retomar la actividad en las instalaciones de Noreña, primero como frigorífico, este otoño...

-Sí. Queremos trasladar toda nuestra logística al Matadero. Ahora tenemos divididas nuestras actividades entre El Berrón y Granda, y la idea es centralizarlas todas allí.

-¿Tienen alguna previsión de cuándo podrán ampliar las actividades y retomar la función de matanza?

-Depende un poco de cómo estén la maquinaria y las instalaciones, de las inversiones que haya que hacer. Luego iremos avanzando poco a poco, paso a paso. Nuestra idea es comenzar a valorar esas posibilidades para primeros de año. Pero no vamos a tirarnos de cabeza, tenemos que ir paso a paso.

-¿Con qué trabajadores contarán cuando se instalen en Noreña?

-En principio, será nuestra propia plantilla. Los trabajadores que tenemos actualmente. Luego, una vez que estemos instalados allí, iremos incorporando personal en función de las necesidades.

-Se deduce que la concentración de sus sedes no implicará ningún ajuste de plantilla...

-No, no, para nada. De hecho, el 90 por ciento de nuestra plantilla son indefinidos. Pero aún digo más: los trabajadores nos apoyaron para hacer esta inversión desde el minuto cero.

-También han tenido el apoyo de la industria cárnica, sobre todo la noreñense, que se posicionó desde un primer momento con ustedes...

-En el sector sí, fuera no. Es cierto que los industriales cárnicos, los ganaderos y los tratantes nos apoyaron desde el primer momento, es algo que les agradecemos muchísimo. Desde que se confirmó la adjudicación, no han parado de llegar felicitaciones. Pero también sabemos que fuera del sector no confiaban en nosotros. Ahora bien, insisto: nuestros trabajadores fueron un apoyo fundamental, y tienen mucha ilusión en este proyecto. Como nosotros también.

-¿Qué va a pasar con los antiguos trabajadores del Matadero? ¿Tienen previsto incorporarlos?

-Según precisa el dictamen del juez, no hay obligación. Pero lógicamente habría que contar con una parte de la antigua plantilla cara al futuro.

-Van a hacer una inversión muy fuerte, ¿cuál es su mayor temor?

-Que esté peor de lo que estimamos, y eso dispare los gastos. Aunque era el matadero más viejo, era el que mejor estaba y tenía todas las licencias ambientales, a las que nos hemos subrogado. Pero en estas circunstancias, no sabes lo que te vas a encontrar.

-Con respecto a la liquidación de la empresa, ¿habían visto un proceso tan complejo?

-No, una situación como esta ni la vi, ni la viví, ni creo que exista. Pero teníamos las cosas claras. Hay un detalle que lo demuestra: fue cuando acudimos a la primera subasta, cuando el juez nos preguntó si íbamos a aumentar la oferta, que dijimos que no y quedamos fuera de la puja. Nosotras, en ese mismo momento, preguntamos si podríamos optar a la propiedad en el caso de que las otras empresas que pujaban no depositaban el dinero, si podríamos optar a la propiedad. Esto es: nosotras, el mismo día de la puja, ya sabíamos que esto iba a terminar pasando.

-De hecho, la propuesta con la que han adquirido el Matadero es la misma que presentaron en la subasta, ¿no?

-No cambiamos nada. Lo único que cambió fue que teníamos una oferta de una multinacional para meter a 70 trabajadores en el frigorífico. Pero el proceso se dilató tanto que perdimos esa oportunidad.

-Por algunas de las cosas que pasaron durante aquel proceso, ¿les daba la sensación de que, al menos alguna de las otras empresas en liza, trataba de bloquear la reactivación del Matadero antes que tener un interés real por él?

-Exacto.

-¿Por qué? ¿Por una cuestión de evitarse competencia?

-Claro.

-Cuando cerró, el Matadero era un referente regional. Tras dos años parado, ¿puede volver a ser el buque insignia de la industria cárnica?

-Yo creo que sí. El final del camino sería ese: que el Matadero volviera a ser lo que fue en su día.

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