La folixa, la devoción y el espíritu familiar son, sin duda, los tres ingredientes principales de las fiestas del Ecce Homo de Noreña, en las que ayer, día de la festividad local, cientos de vecinos aprovecharon para desplazarse hasta el parque de Los Riegos y disfrutar con sus seres queridos de una agradable comida campestre en la que la música de charanga acompañó al bollo preñao, la tortilla, la empanada y la omnipresente botella de sidra.

Los voluntarios de la Sociedad Noreñense de Festejos siguieron con su incansable labor de organización, y desde las dos y media de la tarde comenzaron a repartir 1.500 bollos preñaos y su respectiva botella de vino para completar un menú del que las pobladas mesas de platos dejaban en evidencia su amplitud.

Mientras tanto, las familias iban tomando posiciones, aunque algunas ya se apresuraron a buscar un rincón de sombra, sabedores de que el sol iba a calentar a lo largo de la jornada. "Vine a las once de la mañana y los mejores sitios ya estaban cogidos", explicó el noreñense Emilio Alperi, quien consideró la meteorología como uno de los puntos fuertes de la jornada. "No hace ni frío ni calor, así que perfecto", declaró.

Otros, como Miguel Ángel García y su familia, no dudaron en tirar de sombrillas y de una sidra de temperatura ideal para afrontar una jornada especial, sobre todo para los abuelos de la familia, Pedro y Gloria García. "Vinimos en el año 1975 de Extremadura y tras 20 años nos volvimos para allá, pero ahora no fallamos a la fiesta para visitar a los hijos y los nietos", explica la mujer de Pedro, que llegó a la Villa Condal por su trabajo como funcionario.

También hay quien aprovechó para reunirse con los amigos. La palma se la llevaron losmiembros de la peña "Les Culebres", formada desde hace años por un grupo de amigas que, acompañadas por cónyuges e hijos, llegaron al parque de Los Riegos, centro de las celebraciones, dispuestas a pasar un gran día de diversión. "Mejor no contamos por qué nos llamamos así", explicaban con humor ante una mesa repleta de todo tipo de deliciosas viandas.

Para completar la jornada, Los Riegos acogió también una animación infantil y juegos tradicionales, así como un espectáculo de magia, mientras que la calle Fray Ramón fue escenario de una verbena. La organización destacó ayer el gran éxito cosechado por los festejos, especialmente en la noche del domingo. "Hubo bastante más gente que el año pasado", señaló la presidenta de Sonofe, Ana González. Las fiestas celebran hoy el Día del Niño.