Los continuos daños ocasionados por los jabalíes en La Fresneda tienen sus daños colaterales, y entre los más perjudicados se encuentran los propios jardineros, que ayer mismo trabajaban a destajo para tratar de devolver a su estado original, en la medida de lo posible, varias de las zonas verdes golpeadas por la acción de los animales salvajes.
Las constantes visitas del ya popular "Ferinchi" y sus dos crías, unidas a la llegada de otros ejemplares que son vistos en ocasiones en el entorno del club de campo, se traducen han provocado que La Fresneda amanezca, día sí y día también, con buena parte de sus amplios prados levantados. Hecho que a su vez lleva a los jardineros encargados del mantenimiento local a redoblar sus esfuerzos.
"Tenemos que echar muchas horas que podríamos estar dedicando a otras actuaciones", señalan los trabajadores, que también admiten su frustración por la escasa duración que tiene en ocasiones su trabajo. "Hay veces que al día siguiente nos volvemos a encontrar levantado lo que arreglamos", apuntan.
Tal es el nivel que alcanzaron los daños en las últimas fechas que aseguran tener que dar por imposible su meta de restaurar todos los terrenos levantados. "Al principio tratábamos de hacer un mantenimiento diario, pero ahora ya no damos abasto", explican en relación a una situación que llegó hasta tal punto que ya afecta hasta a la planificación de los servicios de mantenimiento contratados por la administración municipal.
Situación que no tiene visos de cambiar al menos al corto plazo, pues todavía ayer mismo podían verse importantes daños recientes en la zona del parque de la urbanización, además de muchos bocados en las habituales zonas de paseo para los vecinos y sus mascotas.
No obstante, algunos vecinos señalan que la presión de los habitantes de la urbanización parece haber hecho mella en la búsqueda de una solución, que estaría buscando el personal de la consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales con visitas frecuentes a la zona en las últimas semanas.
