Honrar a una figura inmensa que eligió Noreña para pasar sus últimos días es lo que hizo ayer la veintena de personas que participó en los actos para homenajear al ilustrado Álvaro Flórez Estrada, justo el día en el que se cumplía el aniversario de su muerte, que tuvo lugar en la Villa Condal el 16 de diciembre de 1853.

El acto, organizado por el Ateneo Republicano de Asturias, contó con dos partes. La primera consistió en varias intervenciones en la Casa de Cultura Severo Ochoa, en donde los ponentes se encargaron de recordar la figura de un intelectual que para muchos fue un adelantado a su tiempo. "Aunque no conoció la República, se ganó a pulso ser reconocido como un protorrepublicano", señaló el presidente del Ateneo Republicano, Alejandro Villa, que más tarde reivindicaría la necesidad de esta forma de gobierno para hacer prevalecer varios principios. "La libertad, la igualdad y la fraternidad necesitan de la república", apuntó.

Entre los asistentes estuvieron la alcaldesa, Amparo Antuña, y el profesor de la Universidad de Oviedo José Alba, que ofreció una conferencia en la que destacó la obra del homenajeado. "Era una persona con una gran capacidad para adaptarse a todo entorno y por eso vivió en Somiedo, Grado, Oviedo, Sevilla, Londres, París y Noreña", explicó sobre una figura que, subrayó, el paso del tiempo ha convertido en "representante in péctore de la democracia", al igual que su obra "Curso de economía política", "redactada a la madurez de los 62 años", ha quedado como un referente.

Tras las intervenciones, los participantes se trasladaron hasta el cementerio donde descansan los restos de Flórez Estrada y existe una placa en su honor, y realizaron una ofrenda floral en la que también hubo tiempo para reivindicaciones en favor del régimen republicano. Unas reivindicaciones que algunos apoyaron portando banderas tricolores del propio Ateneo Republicano y que también contaron con la música tradicional, a través del veterano gaitero de Carabanzo, Eliseo Quiñones, y el joven Daniel Valdés, encargado de tocar el tambor. "Solemos perdernos pocos actos de este tipo", coincidieron los músicos.