Mikel Teresa Rodríguez ha pasado de pagar un recibo del agua que rondaba entre los 40 y los 60 euros a uno de entre 320 y 380 euros. En el último año, coincidiendo con la nueva traída y la adjudicación del servicio a una nueva empresa, la factura se ha disparado. Creen que el error está en la lectura del contador, pues cada día anotan en una hoja el consumo que realizan de agua y no coincide con el que les cargan en la factura. Han denunciado la situación en el Ayuntamiento, pero se han encontrado con otra sorpresa: que les dicen que la lectura es correcta y que en el recibo no hay errores.

Pero lo que más cuesta entender son las razones por las que una vivienda en la que residen dos personas pasa de pagar por el consumo de agua unos 60 euros a casi 400, sin realizar nada extraordinario. No tienen piscina ni riego de jardín o huerta. No logran comprenderlo, y menos cuando el consumo que marca su contador no coincide con lo que consta en su factura. Según sus cálculos, es como si les estuvieran cobrando unos cinco meses por adelantando.

Pero es que otro vecino de Naón, en Viella (Siero), ha recibido una factura de 900 euros, por lo que en Siero están templando ya antes de recibir la próxima factura del agua. La última, correspondiente al tercer trimestre, les llegó la semana pasada y generó gran revuelo en el concejo, pues muchas cuantías son disparatadas. "Ya no sabemos si es una mala lectura o que el Ayuntamiento se está beneficiando de los ciudadanos", destaca Mikel Teresa.

"¿Qué está pasando?", se plantea este sierense. Lo achaca a dos cosas. Una, que "metan aire en la tubería y eso cuenta en el contador" o que haya una bomba estropeada y "meta aire". La otra opción, para él, es que el Ayuntamiento "se esté ríendo de los ciudadanos".

Hablando en cifras, en el contador consta un consumo de 3.228 metros cúbicos de agua, mientras que en la factura correspondiente al último trimestre del año pasado figuran 3.238 metros cúbicos. Es decir, son diez puntos más de lo que debería ser.

Este vecino de Naón, en Viella, destaca que hay días en los que hay un desfase en el consumo, que no se corresponde con la realidad. Pone como ejemplo uno, en el que estando sólo una persona en la vivienda, se registra un consumo de 2.500 litros, cuando lo normal oscila entre 300 y 400 euros. No entienden de dónde proceden estas cifras, que, insiste, nada tiene que ver con la realidad.

Además, choca que un vecino que no ha cambiado su rutina vea disparada su factura de unos 60 euros a llegar a casi 400, porque es casi siete veces más.