La burbuja inmobiliaria que estalló en el año 2007 en España generó una grave crisis en el sector de la construcción, cuyos lodos aún se remueven. No obstante, con la ligera mejoría de la economía, los constructores han comenzado a iniciar proyectos de promoción de viviendas en Grado. Una localidad que, por su cercanía con los principales núcleos urbanos de Asturias y las grandes infraestructuras de comunicación, tiene buenas condiciones para el establecimiento de familias y jóvenes. Desde el año 2009, el Ayuntamiento no había expedido ni una sola licencia de construcción para promoción de viviendas. Ocho años después, el mercado se reactiva; en concreto hay cuatro proyectos, dos a punto de comenzar y otros dos en obras, que sacarán al mercado viviendas para la venta y el alquiler.
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Quizá el más ambicioso de todos los proyectos en marcha sea la finalización de los bloques de edificios de El Palmeral, que sufrieron el estallido de la burbuja en plena construcción, lo que supuso la quiebra de la empresa promotora. La propiedad fue adquirida por un banco. Durante años, la última fase del inmueble permaneció como esqueleto, pero hace dos meses los trabajos se reactivaron con la constructora tinetense Desarrollos y Construcciones Mario, que ya elevó el residencial de la estación de tren.
"Queríamos empezar una promoción nueva, a la vista de la demanda de varios clientes, y, en principio, íbamos a construir partiendo de cero, pero nos fijamos en la promoción que había quedado parada porque en Grado gusta mucho la zona de arriba", señala Francisco Pérez, de la constructora. El edificio no será igual que los anteriores de El Palmeral, ya que han creado un nuevo proyecto para conseguir viviendas más grandes, como les demandaban los interesados.
Hace dos meses que comenzaron las obras y ya tienen ocho pisos vendidos. "Son las mejores, las más grandes y con mejor orientación, pero todavía nos quedan muchas pues vamos a construir 33 viviendas, dos locales comerciales y más de 60 plazas de garaje", señala Pérez, quien asegura que han resistido la crisis inmobiliaria "haciendo las cosas bien y con el boca a boca". La promotora también tiene en marcha la finalización de los chalés de la avenida de Los Deportes, una obra que igualmente quedó estancada por la crisis del sector.
Tienen tres viviendas unifamiliares adosadas en construcción, dos ya vendidas, y la siguiente fase cuenta con diecisiete fincas, para las que ya tienen reservas, apunta Pérez. Por el momento, la empresa familiar está centrada en acabar los dos proyectos, con los que está muy contenta, pero también cuenta con otros solares e ideas para villa "aunque tiene que acompañar el mercado", puntualiza. Asimismo, Pérez destaca que Grado se está convirtiendo en el objetivo de muchas familias jóvenes del Suroccidente, de concejos como Cangas del Narcea y Tineo, por su proximidad con la zona centro. "También tenemos mucha gente de Grado y notamos que predomina el interés por la segunda vivienda de personas de Grado que se jubilan y quieren tener una casa para regresar,".
Otro de los proyectos que hay en la villa es la rehabilitación integral del edificio del bar Portal, cuya fachada da a la plaza General Ponte y que ha sido adquirido y promovido por el matrimonio moscón que forman José Luis Fernández y Marigel Rodríguez, con la idea de poner seis apartamentos y dos estudios en alquiler.
En un principio, cuando compraron el inmueble, en 2015, pretendían iniciar la construcción de un hotel, pero, según señala, no se dieron las circunstancias óptimas. Además de las viviendas, podrán en alquiler un bajo comercial, cuya obra finalizará el próximo año. Ya han comenzado la limpieza del edificio y en agosto realizarán el derribo de los interiores, ya que la fachada y la escalera deben respetarse al ser Patrimonio. También mantendrá los azulejos de la entrada, de La Cartuja (Sevilla), y otros elementos arquitectónicos. "Es un concepto nuevo, que sí se lleva en Estados Unidos, que es el tener una finca para arrendar".
El último proyecto en marcha es la rehabilitación de las antiguas casas de una planta que hay frente al palacio Fontela, que correrá a cargo de la empresa moscona TYC La Mata y que elevará la altura del inmueble para conseguir varias viviendas de uno y dos dormitorios.
La edil de Urbanismo valora como "muy positiva" la reactivación de la promoción de viviendas, y, sobre todo, está contenta por la eliminación de los esqueletos o construcciones a medias.