La Banda Gaites de Candás dio, el pasado jueves, la primera nota y la bandina "Los Gascones" hizo sonar, ayer, la última. Entre medias, el Festival de gaitas "Villa de Candás" invadió la villa durante cuatro días y animó sus calles con una enorme aceptación del público. Cuatro días dieron para mucho: pasacalles, conciertos, concursos y mucho arte.

El concierto principal tuvo lugar el sábado en el parque Les Conserveres, presentado por el director del Teatro Prendes, Alain Fernández, y contó con la participación de las bandas "El Gumial", de Aller; "Castro Bérgidum", del Bierzo; la "Bagad Konk Kerne", de Bretaña, y la propia banda organizadora.

El público también tuvo la ocasión de asistir a conciertos de los grupos de folk "Corquiéu" y "Tuenda".

La jornada de ayer estaba reservada para los concursos. A la una de la tarde empezó el de cuerpos de percusion "Villa de Candás", que cumplía su cuarta edición. El sonido de los tambores y los bombos dominó entonces las calles de la villa marinera. La agrupación ganadora fue "Castro Bérgidum", de Ponferrada, la mejor valorada por su ritmo.

Ocupó el segundo puesto la anfitriona, el cuerpo de percusión de la Banda Gaites de Candás.

Por la tarde fue el turno del concurso de la formación más típica y tradicional de Asturias, la de parejas de gaita y tambor. Era el "Memorial Diego Alonso", que también cumplía su cuarta edición este año. Los ganadores fueron la pareja formada por el gaitero Diego Lobo, de Moreda, y Manuel Durán, de Gijón.

El fin de fiesta le estaba reservado a la bandina "Los Gascones", formada por el gaitero Guillermo Pérez, el acordeonista Nel Sánchez, el percusionista Antón Barquero (tambor) y el cantante y bombo Xaquín Fernández. El cuarteto, como es siempre su estilo, revolucionó las calles de la localidad con su desenfadada mezcla de música de corte tradicional asturiano y de versiones sui géneris de la música popular de todas partes.

El balance del festival ha sido muy bueno, y en la jornada de ayer, en la cual la villa estuvo abarrotada de gente, fue especialmente calurosa la acogida que el público le dio a todas las formaciones, desde las más formales hasta las más fiesteras, lo que no hace sino consolidar una cita con la música tradicional que, después de veintiún ediciones, se ha hecho un merecido hueco en el corazón de los amantes de la música con raíz de Asturias y en la programación estival de Candás.