Las obras de reurbanización de la calle Monte Naranco de Lugones traen de cabeza a los vecinos. Son muchos los residentes que se quejan de que los trabajos impiden el normal tránsito de viandantes, sobre todo para personas con movilidad reducida; de que los cortes de tráfico y agua derivados de la reforma no son advertidos y de que los operarios comienzan a realizar sus labores antes de las ocho de la mañana. Por ello, los vecinos piden al Ayuntamiento que medie con la empresa adjudicataria de los trabajos para mejorar esta situación y que ofrezcan más información a los residentes.
"Nos cortan el agua sin avisar, nos tienen enjaulados, en caso de una emergencia una ambulancia no podría pasar, falta señalización e información por todas partes... ¡Nos tienen locos! Belén Villar hace maniobras con un carrito de bebé para cruzar de la calle Monte Naranco a la avenida José Tartiere. "Hacen falta hasta semáforos", critica cuando está a punto de "atropellar" a un peatón" por el escaso espacio que dejan las vallas de obras en la acera. "Nos están dando un verano 'chachi'. Aquí nadie hace nada y nadie sabe nada", lamenta la lugonense, que reside en las inmediaciones de la calle en obras.
Algo parecido le ocurre a Margarita Sánchez, que se tiene que poner de lado para adentrarse en la zona en obras. "Si para mí es complicado, que me muevo bien, imagínese lo que supone pasar por aquí para una persona mayor. Esta falta de consideración es lo nunca visto", critica la lugonense de las obras, que está previsto se prolonguen hasta el próximo mes de septiembre.
Como no puede ser de otra manera, no todo son quejas. Y aunque sufren las incomodidades de las obras, también son muchos los vecinos que muestran su comprensión para con las labores: "Para que la arreglen tendremos que soportar alguna molestia".
