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Javier Álvarez, ayer, en Grado, con la medalla que consiguió en el rally raid Merzouga (Marruecos) y el "road book" de la competición.S. ARIAS

Javier Álvarez, de Grado, el primer asturiano en el Dakar

"Siempre me pareció algo inalcanzable", dice el piloto de motos tras conseguir la plaza en el rally raid Merzouga (Marruecos)

Javier Álvarez tiene plaza en el rally Dakar. El piloto de motos de Grado será el primer asturiano en participar en la prestigiosa competición automovilística, que dejó hace años África par celebrarse en Sudamérica, en enero de 2019. Un hito deportivo que ha conseguido tras cuatro años de entrenamiento y participación en distintas pruebas. La última, el rally raid Merzouga, en Marruecos, es la que le ha dado la plaza directa al Dakar. "Es uno de los más prestigiosos del mundo y es la antesala del Dakar, está organizado por la misma entidad organizadora y es la prueba que te exigen para poder reunir la experiencia necesaria para tener el acceso deportivo al Dakar", explica el piloto de Rañeces, de 39 años.

El pasado viernes finalizó la prueba Merzouga en el 55.º puesto de la general y el 35.º en la sección para los pilotos que quieren acceder al Dakar, conocida como "Dakar Series". "Fui a terminar, a asegurar sin problemas para poder conseguir la plaza al Dakar, podría haber quedado más adelante pero también podría no haber terminado la carrera", comenta.

Álvarez tiene la preparación y las ganas. Pero antes deberá reunir 60.000 euros para realizar su inscripción en el mes de julio, para lo que está tratando de conseguir patrocinios que le permitan acudir con su moto al desierto a competir en el Dakar. "Lo veo difícil", dice resignado. Aunque tiene unas cuantas ideas con las que conseguir apoyos como la organización de la segunda copa "TT Enduro 4 estaciones" en su localidad natal.

La experiencia en el rally raid Merzouga ha sido fantástica tras recorrer 1.200 kilómetros en la arena del desierto marroquí, donde también pasó una noche acampado sin asistencia técnica en la etapa maratón de la prueba. Una competición donde ha demostrado que sabe navegar, la principal exigencia de este tipo de rallies. "Tienes que seguir un 'road book' (libro de ruta) con todas las indicaciones que te da la organización, aprender a navegar es lo más difícil y la diferencia principal de este tipo de carreras", precisa.

También necesita preparación física específica que ejecuta en las instalaciones municipales de Grado. Lleva tres años con la misma rutina y estos próximos meses aumentará la exigencia de cara a llegar al Dakar en las mejores condiciones posibles. Un rally que siempre ha admirado y en el que podrá participar. "Siempre me pareció algo inalcanzable", dice. Si bien, en 2014 la idea se le metió en la cabeza cuando conoció a dos pilotos aficionados en una ruta por Marruecos que le animaron: "Cuando conoces a alguien que lo hizo piensas, por qué yo no, y recibí muchos consejos". El primer asturiano en acudir al Dakar será un moscón. Un piloto que lleva desde los 13 soñando con las motos y eso que en casa, "siempre me estaban riñendo".

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