"Empieza a oler a gas. Y de repente llega la Policía y nos pide que cerremos las ventanas y salgamos de nuestras casas. Acordonan la zona y vemos que los agentes están asustados. Llegan los bomberos y también les ves con cierto temor. Imagínese la situación. No puede ser". Y, así, una tras otra. Esto es lo que aseguran los vecinos del entorno del número 13 de la calle Antonio Machado de Lugones, que ayer fueron desalojados por un escape de gas. Aseguran que esta circunstancia se da con cierta frecuencia y aseguran tener "miedo". Por eso, urgen a la administración que tome medidas para paliar la situación.

Según relatan los que viven en la zona, la "culpa" de estos escapes la tienen dos depósitos de gas "de 20.000 litros de capacidad cada uno" que abastecen a varios bloques de la calle Antonio Machado y que están enterrados en la calle de la Iglesia. Cuando llueve, siempre según testimonio de los residentes, el cubículo en el que están enterrados los tanques se inunda, sacándolos a flote. El cambio de altura hace que las tuberías que conectan los recipientes con los edificios se rompa produciéndose, así, los recurrentes escapes de gas.

Ante esta situación, que genera gran alarma e inseguridad entre los vecinos y comerciantes de la zona, los afectados piden "soluciones" a la administración. Instan al Ayuntamiento a propiciar el enganche de estos edificios a la línea general de suministro de gas natural para poder desprenderse de los depósitos y así "evitar males mayores".

"Esto está así hasta que pase algo. Aquí nos estamos jugando vidas y nadie atajará el problema hasta que haya una desgracia", advierte Gemma Corros, propietaria de una perfumería en las proximidades de los tanques de gas, que ayer aseguraba tener "dolor de cabeza" tras los fuertes olores mientras otra vecina asentía a su lado: "Yo salí corriendo, junto con la empleada del hogar y nos metimos en una cafetería. Teníamos miedo real a que nos pasase algo. No podemos seguir así".