Aunque el calendario ya marca que es el momento de recoger las cerezas del árbol, las de este año han recibido pocas horas de sol. Así lo reconoce Amador Molleda, que ayer vendía las primera de su cosecha de esta primavera, en el mercado de Pola de Siero, a un precio de unos 3 euros el kilo, aproximadamente como en otras ocasiones. "Le falta horas de sol a toda la fruta y en especial a la cereza", destaca este veterano agricultor. El sol le da el aporte necesario de azúcar, por lo que "no están tan dulces como tenían que estar", añade.
Además, la cereza es una fruta "delicada" y hay que estar pendientes para que no la coman los pájaros y mermen la cosecha. Este año viene escasa porque "por la lluvia se está perdiendo todo en la huerta", asegura Molleda.
Este agricultor que vende en el mercado de la Pola destaca que las cerezas "se venden muy bien" y son un producto muy demandado por los clientes de los martes, que en general valoran la fruta de casa, de la que en esta primavera "hay poca", en general.
"Este año el tiempo no nos deja nada. Entre el mal tiempo y el jabalí...", lamenta. En resumen: los agricultores de Siero y concejos limítrofes están que trinan. No obstante, éstas de junio son las cerezas más tempranas, así que confían en que el buen tiempo llegue y les aporte las horas de sol suficientes.
Por otro lado, la Policía Local estuvo ayer más vigilante para comprobar que ningún vendedor comercializaba animales vivos, tras una denuncia realizada por la Plataforma Ciudadana por el Derecho Animal de Siero.
