Cose que te cose. Así se pasan las tardes las miembros de la asociación de Amas de Casa de Muros de Nalón, y tanta labor diaria ha dado para montar una exposición con todos los trabajos manuales que realizan. Una muestra que se puede disfrutar en la Casa de Cultura hasta finales de mes y donde, además, estarán presentes todas las tardes haciendo labores para que los visitantes conozcan su manera de trabajar y puedan interesarse sobre sus actividades. Unas labores que hacen sin profesor y con la ayuda de internet, donde consultan los trucos y creaciones.

"Que se animen a venir a ver la exposición, que hay cosas muy guapas, y de paso nos ven cómo hacemos las labores y se pueden interesar en acompañarnos. Unos días somos seis y otros ocho, depende, nos juntamos todas las tardes de cuatro a ocho de la tarde", comenta Carmen Gutiérrez. Todas las tardes, sin excepción. Incluso los domingos o el día de San Antonio, festivo local, las mujeres se reúnen para coser, hacer manualidades o leer.

Y es que el las mujeres han cogido el ritmo del grupo de labores de Somao (Pravia), en el que también participan, y una lee mientras las otras trabajan al modo de las antiguas fábricas de tabacos de Cuba. "Lo descubrimos y es un placer, así que vamos turnándonos para no cansar", explica Virginia Álvarez.

Y hacen de todo. Con material nuevo y usado. Desde creaciones de "patchwork" a ganchillo, encaje de bolillos a alfileteros, monederos o agendas. Con calcetines hacen unos simpáticos muñecos de gatos y también hacen ratones y conejitos para que los niños guarden los dientes en espera del Ratoncito Pérez. "Los principales receptores de las labores son los nietos", reconoce Luchi Uberty. Todo lo que se les ocurra es objeto de labor.

Y para que nada falle durante la creación, tiran de internet para las consultas. "Ahí está todo, no hay problema; sacamos muchas ideas como el portal de Belén o los conejitos para los dientes", señala Uberty. Además, en verano cuentan con la veraneante Rita Gallego, que es profesora de manualidades. Y ya tienen un reto para los meses estivales, hacer gallinas para guardar las bolsas de plástico. Un proyecto que les ha enviado Gallego. "Es profesora en Madrid, pero veranea aquí de toda la vida y siempre nos trae ideas nuevas", indica Carmen Gutiérrez.

Una actividad con la que están felices. "Cuando llego se me pasa todo", añade Gutiérrez. Y es que se lo pasan bomba. Meriendan juntas y casi la mayoría de las veces lo hacen con el dinero del "bote de los tacos". Cada vez que una dice una palabra malsonante, un euro al cajón. "Luego vamos a comer chocolate con churros", dicen entre risas.

Una afición que une y abriga y cuyo trabajo está expuesto hasta el 29 de junio con Maruja Rodríguez Pulido al frente de las actividades.