Xigantes y cabezudos tomaron ayer las calles de Amandi, en Villaviciosa, para celebrar las fiestas de San Xuan. Lo hicieron con una imagen totalmente renovada gracias al esfuerzo de la asociación cultural y de festejos, que organizó en las antiguas escuelas un taller para que los vecinos restauraran las piezas, muy deterioradas por el paso del tiempo.

En total participaron en el desfile dos gigantes -un Rey nuevo y la Reina, de más de dos metros de altura- y dieciséis cabezudos, cuatro de ellos de nueva creación: un violinista, dos gatos y un indio. La comitiva, encabezada por un gaitero y un tamborilero, bajó a mediodía hasta la fuente de los Caños y tuvo tiempo de visitar la residencia Miyar Somonte. "Están preciosos. Nos prestó un montón la visita", apuntaron usuarios del geriátrico como Rosario Alonso.

El presidente de la Asociación Cultural y de Festejos Puente San Xuan d'Amandi, José Antonio Fernández, se mostró ayer satisfecho con el resultado del "lifting" de los cabezudos. "Es un orgullo verlos desfilar. Lo que queremos es que los críos recuperen el interés por estas tradiciones. Por eso la mitad de los que desfilan son niños", explicó.

Las piezas fueron compradas en Valencia en los años sesenta, pero su construcción habría tenido lugar con anterioridad en un taller de Murcia. Desde entonces han pasado de generación en generación. En Amandi -donde ayer noche, antes de la hoguera, tenía previsto leer el pregón el hostelero colaborador de este periódico Vicente Alonso- sigue hoy de fiesta: misa a mediodía con el Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz seguida de una procesión en la que por primera vez participarán las imágenes de la Virgen de los Remedios y de San Clemente.