El dramaturgo Javier Villanueva no se ha prodigado demasiado en actuaciones teatrales en la Pola, pese a que fue uno de sus principales impulsores en la segunda mitad del siglo pasado. Por eso, ahora, su regreso al auditorio de la Pola con "La princesa de las noches blancas" tiene un regusto casi reivindicativo. La obra llega hoy a las ocho de la tarde a la sala de cámara del auditorio poleso, interpretada por la compañía "Pausa", dirigida por el propio Villanueva, y con un reparto formado por Pablo Díaz, Carmen Turiel y Yasmina Álvarez.

Villanueva fue no de los primeros dramaturgos que actuó en las Jornadas de Teatro organizadas en la antigua Casa de Cultura de la Pola, en los años sesenta del siglo pasado, auspiciadas por el párroco de entonces, José Luis Alonso Tuñón, y por José Luis Quirós.

A pesar de aquellos inicios que lo situaron en la escena polesa durante años, y de sus actuaciones en el antiguo centro cultural, curiosamente la construcción del auditorio no implicó una mayor presencia suya en el escenario poleso sino todo lo contrario.

Poco tiempo después de la inauguración del auditorio en marzo de 2011, puso en escena en este espacio, dentro del circuito asturiano de teatro, una obra suya, "El último camino hacia el mar".

Y también se prestaría a representar gratis en el auditorio algunas de las obras sobre temática minera que escribió para representarlas al pie de la bocamina de Solvay, en Lieres.

Villanueva señala que hay muchos polesos que le han expresado su extrañeza por lo poco que se ha dejado ver en la localidad. "Hay gente que me dijo que le da la sensación de que soy un desconocido en la Pola, porque apenas actúo aquí", sostiene.

Para resarcirse de ese olvido, Villanueva vuelve al escenario de la Pola con una obra que es uno de sus clásicos. "La princesa de las noches blancas" recibió en el año 1988 el premio "Jovellanos", y entonces fue representada con mucho éxito. Paca Ojea, que había estado desde siempre interesada en el texto, fue la encargada de dirigirla en su estreno.

La obra está situada en el basurero de una gran ciudad -puede ser el de cualquier lugar del mundo, el autor quiso siempre tocar un tema universal- donde viven tres personajes, Tío, Gata y Loca. Son seres marginales cuyo comportamiento está marcado por la supervivencia, pero también por el amor, el odio y los celos.

"La princesa de las noches blancas" está inspirada en una experiencia vivida por el autor en las fiestas de Lieres. Un hombre y una mujer llevaban la barraca en la que se dan premios por derribar latas con una pelota y, en un momento dado, el hombre la puso a ella de blanco. Esta anécdota le hizo reflexionar al autor sobre la miseria humana y lo movió a escribir finalmente la obra.

Su intención ha sido, entonces, ponerles voz a los marginados, pero en su casa se trata de una voz poética, con un lenguaje que contrasta vívidamente con la miseria en la que viven los personajes.

La representación comenzará a las ocho de la tarde, y el precio de la entrada es de seis euros.