El primer lunes de toda su historia, el Museo de la Semana Santa de Villaviciosa pasó una mañana ajetreada entre visitantes de aquí y de allá que acudieron a conocer y contemplar los pasos de la Cofradía de Jesús Nazareno en todo su esplendor. Ubicado en una sala del antiguo convento de San Juan de Capristano, el nuevo reclamo de la localidad dejó prácticamente una voz unánime entre sus primeros exploradores: "Ha quedado guapísimo", decían.
Unas 25 personas se acercaron al nuevo museo solo durante la mañana, en su gran mayoría maliayeses vinculados a la cofradía. "Las figuras estaban en un garaje y no lo merecían. No era su sitio ideal", explica Sergio Menéndez, cofrade que paseó por el equipamiento acompañado de Ana Busto. Entre la multitud de fotografías que acompañan a la tallas, la pareja se detuvo sonriente en una en la que aparecía el propio Menéndez portando el Desenclavo.
Esa familiaridad y vinculación con la cofradía, que suma 350 años de historia, se repitió entre los visitantes a lo largo de la jornada. El recorrido por el museo de la Semana Santa se convirtió así en un viaje por los propios recuerdos. Como el de la familia Huerga Herrero. Javier Huerga y Elena Herrero, acompañados por sus hijas Cristina, de un mes, y Marina, de 8 años y cofrade, no perdieron detalle. "Ha quedado guapísimo", elogiaba Elena que junto a su hermana Macarena y su sobrina Covadonga no podían evitar acordarse de su padre, Pedro Herrero, quien les inculcó la devoción por la Cofradía de Jesús Nazareno. "Falleció hace ocho años. Él salía con el Santo Sepulcro y le hubiera gustado mucho conocer este museo", comentaban emocionadas sus hijas.
No todos los que cruzaron la puerta del nuevo museo llegaron con esa intención. Hubo también quienes se lo toparon por casualidad. Luis Ángel Menéndez, natural de la Villa, llegó por casualidad hasta el pórtico en su paseo matutino. Decidió entrar y quedó "sorprendido por lo bien ordenado y la cantidad de información" que ostenta. Dice Menéndez que se nota "el mimo" con el que está hecho. En una palabra, para él quedó "impecable".
La gran cantidad de información, citas bíblicas e imágenes, además de los pasos y escenas decorados con toda delicadeza, son las virtudes más comentadas por los visitantes llegados también de otras comunidades. Desde Cuenca, Tere Guijarro destacó la belleza de las imágenes y las tallas antiguas conservadas.
Aunque si hay algo que no pasó desapercibido para nadie, según relataba la recepcionista Laura Hevia, fue el vídeo de la Semana Santa que data de 1926. Y si hubiera que poner un pero, algunos visitantes resaltaban la falta de señalización. Con acceso por el pórtico de la Iglesia, despistó a más de uno.
Este nuevo espacio de la cultura y tradición maliayesa estará abierto de 10 a 14 y de 16 a 20 horas.
