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La caída de la lira turca frena en Siero las exportaciones de reses y tira los precios

Los tratantes, que se quejan de una mala cosecha de hierba, estiman en el mercado de la Pola que el valor de los terneros bajó unos 100 euros

Borja Díaz, ayer, en el mercado de ganados de la Pola, con un buey. MARIOLA MENÉNDEZ

Los efectos de la devaluación de la lira turca llegan a Siero, concretamente al mercado nacional de ganados de la Pola. Los operadores comerciales están preocupados porque Turquía era uno de los principales compradores, al igual que países árabes como Líbano, y por culpa del desplome de su moneda se han frenado las transacciones y el precio de los terneros ha caído en picado. El anuncio de Estados Unidos, hace unas semanas, de nuevos aranceles contra el aluminio y el acero turco hizo caer aún más la divisa, ya muy tocada, hasta mínimos históricos frente al dólar.

Borja Díaz Fernández, un joven tratante de Mieres de 20 años, se queja de la situación porque "bajó el precio de los animales porque cayeron las exportaciones y subieron los gastos". El barco en el que muchas reses partían hacia aquellos países, principalmente Turquía, ha echado el ancla. Pone como ejemplo que en un mes, los terneros se venden entre 60 y 90 euros menos y las vacas, entre 0,50 y 0,60 euros el kilo de carne. Además, les afecta que los comedores escolares estén cerrados durante el verano porque tienen menos demanda de carne. Pero "en septiembre va a haber muchísimos" animales en el mercado, advierte este joven tratante, pues es una época de mayor oferta. Explica las horas bajas que están viviendo los tratantes y ganaderos con su ejemplo: "Vendí catorce animales y llevo unos 250 euros limpios, tras restar los gastos, para casa", lamenta.

En la ganadería Luis de Gijón no son más optimistas. "Los xatos bajaron por lo menos cien euros y las vacas de carne, bastante, y ahora, además, hay abundancia", apuntan. Destaca que entre el 50 y el 60% de la carne que se produce en España se exporta. Los países árabes y otros donde no comen cerdo son grandes importadores de vacuno. El problema es que las exportaciones a Turquía están paradas porque a ellos, con la devaluación de su moneda, les sale más caro comprar animales en Siero. Y como la oferta es mayor que la demanda, los precios caen en picado.

Enrique Arenas es tratante de Infiesto y lo ratifica: bajaron unos 70 euros. Si hace unos quince días, un ternero lo vendían a 600 euros, ahora se tienen que conformar con poco más de 500. Por lo que "hay gente que está aguantando para verder" y no perder mucho dinero.

Por si la caída de precios de los animales no fuera poco, la mala cosecha de hierba y forraje de este año ha venido a poner la puntilla al campo asturiano, como destacaban ayer los tratantes en el mercado nacional de ganados de Pola de Siero. "Llovió mucho, la hierba no secó, se pasó y pudrió", resume José Luis Llavares, operador comercial de Nava. Entre mayo y junio lo habitual es que se siegue para ensilar, pero "no hubo manera tampoco". En julio es cuando en la zona rural de la región se empieza a andar a la hierba, pero se retrasó por las lluvias. "Estamos en agosto y sigue pingando. No puedes ni entrar con la maquinaria", agrega Antonio Díaz. Así que tienen que acudir a Castilla y León a por forraje y beza, a pesar de que tampoco es de calidad porque en la comunidad vecina el tiempo igualmente no acompañó. Explican que los precios no han subido, pero tienen que "comprar más porque es malo", así que eleva los gastos.

El tratante piloñés José Manuel Alvaré apunta que "hubo hierba bastante, pero costó curarla". En lo que incide es que "el ganado sale mal porque se exporta menos". Juan Carlos Arenas también es de Piloña. La hierba curó "muy tarde por el tiempo y es de mala calidad, tiene mucha humedad y no alimenta como otros años. Les gusta menos a los animales", explicó. Aunque lo que más les preocupa es la bajada de precios del ganado.

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