Sin palabras. Así anunció las fiestas del Santísimo Cristo de la Misericordia y Nuestra Señora del Valle el actor Carlos Martínez, premiado en 2017 como el mejor mimo del mundo. Con los movimientos de su cuerpo y, sobre todo, la gestualidad de su rostro abrió las fiestas de Pravia por todo lo alto: "Permitídme que no de un pistoletazo de salida, sino que descorra el telón para que empiece la fiesta y, como telonero, concluiré estas palabras con toque de silencio", afirmó antes de realizar una breve pieza de mimo que encantó al público.

Aunque ya se lo había metido en el bolsillo al principio, con unas cuantas bromas sobre lo curioso que es que inviten a un mimo que trabaja con los gestos y el silencio a dar un pregón. Pero Martínez es un mimo enamorado de la palabra, un hablador mudo, como él mismo se definió, y por eso no tuvo problema en leer el pregón, que preparó con mucho mimo. En él recordó su infancia en Pravia hasta los 11 años, los juegos, la biblioteca y el bar La Cueva de su abuela.

"Bajo la mesa de la cocina fui desarrollando la imaginación y, entre otras cosas, empecé a comprender el lenguaje del cuerpo", afirmó. Unos recuerdos de infancia que siempre le han acompañado, aunque no pudo nunca disfrutar los festejos como joven. "Feliz infancia sí, era muy niño y apenas recuerdo detalles de aquellas fiestas religiosas, pero sí tengo presente el Cristo que me llevé de Pravia", comentó.

Martínez se disculpó por haber perdido el acento asturiano, mezclado con los idiomas de los lugares donde ha vivido, como Alemania, "pero os puedo asegurar que mi corazón praviano no ha cambiado en absoluto, que la Pravia que recuerdo sigue estando muy cerca". Un amor por Pravia que describió en varias anécdotas para terminar el pregón animando a los pravianos a disfrutar de los festejos, y a hacerlo con mimo y sonriendo: "Ya sea que vayamos a bailar o a rezar, a comer o a leer, a escuchar o a competir, sintámonos alegres, vivos, mimados y mimosos en este espectáculo que Pravia pone al servicio de sus gentes".