Joaquín Caso, productor de La Parra, en la parroquia maliayesa de Amandi, fue ayer el ganador del concurso a la mejor cosecha de la Feria del lino y les nueces, y aunque conoció que había sido merecedor del galardón poco antes de las tres de la tarde, lo cierto es que el público ya le había dado su aval a la calidad de las nueces unas horas antes. A media mañana había terminado existencias.

El premio, que concedió un jurado formado por ocho miembros de la Cofradía de Amigos de les Fabes de Villaviciosa, presidido por Miguel González Pereda, no es nuevo para el productor, que ya se había hecho con el galardón hace dos años.

Caso asegura que para que las nueces se den bien "lo importante es sobre todo tener buena tierra, y también unas buenas condiciones de humedad". En su caso, además, posee cerca de 15 nogales, lo que le permite hacer una buena selección de las mejores nueces para llevar a la feria. Este año, apunta, la cosecha viene tardía, y la producción ha sido escasa debido a las malas condiciones meteorológicas, si bien la calidad ha sido buena.

Los nogales, a diferencia de otros árboles frutales, requieren pocos cuidados, según el ganador, que asegura que su única labor para mantener los suyos con un buen rendimiento es tirar las cañas secas del árbol para que puedan salir cañas nuevas.

También el jurado estuvo de acuerdo con la excelente calidad de las nueces de los situados en la parte más alta de la clasificación. Aunque no se ha nombrado al segundo clasificado, este solo estuvo a un punto del primero. El concurso villaviciosino contó con la participación de diez productores de nuez.

La feria estrenaba, asimismo, un concurso de tartas hechas con nuez como principal ingrediente, que finalmente ganó Marioli Palacio, vecina de Peón, con una tarta tradicional hecha en una cocina de leña, cuya gran calidad destacó el jugado. Hubo, además, un segundo premio para María Jesús Gancedo. En esta primera edición del concurso se presentaron seis participantes.

En el marco de la feria, cuya presentación corrió a cargo de la corresponsal de LA NUEVA ESPAÑA Mariola Menéndez, se brindó un homenaje póstumo a una de las impulsoras de la fiestas, María Elena Sánchez Solares, fallecida hace un año. Sus hijas, Aida y Adela Cajete Sánchez, recibieron un detalle de manos de su yerno, Pablo Álvarez.

Mariola Menéndez destacó su trabajo como encargada del atrezzo de la presentación de la feria a la prensa, "cuidando cada detalle con Mari Paz Campa, de Casquita". Esta última acudió a la feria con los típicos bombones elaborados con nuez, los "camoquinos".

No faltaron la misa solemne en la iglesia de San Juan Evangelista, oficiada por el párroco Agustín Hevia Vallina, ni la procesión por el área del mercado. Y, posteriormente, Borja Pardo fue el subastador del ramu, asistido por el alcalde de barrio de Camoca, Alfonso Vega.