"Parar, reflexionar y hacer un plan". Son los tres pasos que recomienda Laura Monge, una de las participantes ayer en el Bloggever que tuvo lugar en Intu Asturias, en Siero, cuando surge un conflicto con los hijos. Monge, que trató de enseñar a "Educar sin gritos", aconseja, en primer lugar, "conocer mejor a tus hijos", teniendo en cuenta que el cerebro del niño aún está inmaduro y esa madurez no se produce hasta después de los 20 años. "No podemos pedirles más de la cuenta, eso no significa que no les enseñemos", explica la ponente.

También recomienda "aprovechar las situaciones de conflicto para convertirlas en oportunidades". Una de las ideas que propone es incorporar el juego. Por ejemplo, conseguir que colaboren en las tareas domésticas se puede lograr metiendo en una caja papeles con encargos, además de dar besos, abrazos o dedicar una frase positiva a algún miembro de la familia. Es una forma de motivarles. Una vez cumplido el objetivo, asegura, es importante reforzar ese comportamiento.

Esta es sólo una propuesta de las más de 40 ideas que Laura Monge lanza en un libro que ha publicado, al igual que hace en su blog, que "son alternativas al grito". Además, hay que tener en cuenta que "nos tenemos que adaptar a la nueva situación porque nuestros niños de hoy no son los de hace 40 años, están súper estimulados".

Así que las claves son "parar, reflexionar sobre qué necesitan tus hijos y organizar", aparte de "utilizar el juego para implicarles" en su propia educación. Laura Monge resume que los problemas que más preocupan a los padres son, principalmente, las rabietas que tienen con dos años, y más aún cuando superan esa edad. "Se trata de ayudar a gestionar la ira, esa emoción natural y normal, pero la expresión de la ira no siempre es aceptable. Se les enseña a tener una expresión adecuada", resumió. También les inquieta el uso de la tecnología, las comidas y la autonomía.

Por su parte, Gemma Fillol inauguró este V Bloggever con una charla sobre "El nuevo liderazgo femenino". Animó a las mujeres a "echar raíces", y eso se consigue conectando con una misma. "Las mujeres somos un bosque. Cuando un árbol está enfermo, el resto, por las raíces, lo intentan curar", apuntó la bloguera, que despidió su intervención con un ejercicio animando a las mujeres a ponerse de pie y cogerse de la mano.