"Estamos muy disgustados y muy preocupados porque es una prioridad y entendemos que así tenía que ser para el Principado". Las palabras son de la alcaldesa de Noreña, Amparo Antuña, después de reunirse el jueves con el consejero de Educación, Genaro Alonso, que le anunció el retraso en el comienzo de las obras de reparación del gimnasio del colegio público Condado de Noreña.

Antuña recuerda que estaba previsto que estos trabajos empezaran a final de este año, pero ahora lo harán a lo largo del curso, según explicó la regidora. La disculpa que le dio Alonso es la nueva ley de contratos, que les está generando problemas para adjudicar las obras, aunque también le indicó que en su departamento también es una prioridad.

Pero estos argumentos no han convencido a la Alcaldesa, pues insiste en que el gimnasio "está para cerrarlo", por sus múltiples deficiencias. Amparo Antuña explica que ya vienen desde hace años, así que cuando llegaron a la Alcaldía hace cuatro años se propusieron actuar. Describe humedades, no funcionan los servicios, el parqué está deteriorado, no van las duchas y el Ayuntamiento hasta tuvo que cortar la electricidad por la humedad. Así que contactaron en 2015 con los responsables de la Consejería y presentaron los informes de su estado.

La solución que le han dado a la Alcaldesa es que mientras empiecen las obras, acometerán algunos arreglos para mejorar la situación del gimnasio y que hasta que se repare pueda ser utilizado por los alumnos. Pero es una solución a corto plazo que no acaba de convencer. "No nos vale este parche. Tienen que arreglarlo ya", insiste el concejal de Obras, Pelayo Suárez, que recuerda que hay otros 800.000 euros comprometidos por el Principado con el colegio de Noreña que "no se sabe dónde están", algo que para el edil "es una tomadura de pelo. Hay muchas cosas que hacer aquí". El Ayuntamiento ya ha hecho algunas, como arreglar una fuga de aguas fecales, y tiene previsto seguir invirtiendo en otros arreglos.