"Crear espacios para perros en La Fresneda también es cumplir la ordenanza de tenencia de animales". Como si se tratase de una respuesta a las declaraciones del alcalde, el socialista Ángel García, a este periódico, apelando al cumplimiento de la normativa de tenencia de mascotas, se manifestaron ayer más de medio centenar de vecinos de La Fresneda, reunidos con la intención de buscar y proponer soluciones a la falta de zonas para poder sacar a sus mascotas sin infringir la normativa actual; un encuentro del que, fundamentalmente, se sacaron dos conclusiones: la localidad carece de lugares habilitados a ese fin y es necesario buscarlos, y que la responsabilidad es la mejor receta para mejorar la convivencia entre mascotas y vecinos.

Aunque falta concretar qué parcela o parcelas (no se descarta que sean más de una) se propondrán al Ayuntamiento para destinarlas a uso canino, el grupo de vecinos reunido ayer en el centro social de La Fresneda -que huye de etiquetas y dice no ser una agrupación o colectivo- tiene claro que deberán ser zonas verdes alejadas de parques infantiles.

En el encuentro, en el que, además de una mesa redonda para abordar este tema también hubo una introducción en la que diferentes expertos opinaron sobre este tema, también quedó meridianamente claro que estas áreas no deberán estar necesariamente valladas. Y es que, con la ordenanza de tenencia de animales en mano, los espacios habilitados para tener el perro suelto pueden estar también simplemente acotados.

De hecho, esta última opción es la preferida por muchos vecinos, que ven en esta fórmula una solución más sencilla y, sobre todo, más económica. Entienden que los 18.000 euros que el gobierno local ha consignado en los presupuestos de 2019 que espera aprobar estarían mejor aprovechados en varias zonas acotadas que en un sólo parque vallado. En este sentido, piden un modelo similar al aplicado en Gijón, donde hay unos 40 espacios dedicados a este fin. Se estima el coste medio de cada uno de ellos fue de unos 3.000 euros para las arcas municipales.

Independientemente de estas propuestas, que los vecinos esperan hacer llegar al Ayuntamiento y con las que, sobre todo, pretenden "que no se despilfarre más dinero y se tenga en cuenta la opinión de los dueños de perros", los residentes también apelaron a la sensatez y responsabilidad para mejorar la convivencia entre canes y vecinos: "Todos tenemos derechos, pero también deberes que cumplir".