Francisco Bustamante Alonso, estudioso de la historia local de Colloto, ha querido recuperar la figura del pintor José Prado Norniella (1868-1936), nacido en Las Folgueras , que pasó de trabajar en el campo, en una familia muy pobre, a convertirse en uno de los retratistas más importantes de su tiempo. Con el explícito título "El olvido del retratista. Biografía de un pintor asturiano (Prado Norniella", el libro quiere ser una reivindicación. El Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA acoge hoy, a las siete de la tarde, la presentación de la obra.
- ¿Cómo surge el libro?
-Yo llevo muchos años investigando sobre la historia del pueblo, y un día me encontré con este hombre que, para mí, pinta muy bien y me di cuenta de que no había nada escrito sobre él. Yo conocía su casa de siempre, que está en Las Folgueras, pero me di cuenta de que es desconocido.
- ¿Incluso en su propio pueblo lo es?
-Aquí no se conoce. De su casa conocen a los últimos dueños, que la dejaron ya en los años cincuenta. Desde entonces, está abandonada. Ahora solo quedan los muros.
- ¿Fue fácil acceder a los datos sobre su vida?
-Leí muchos periódicos antiguos, busqué en archivos, en el Registro Civil y Eclesiástico, en el Archivo del Arzobispado. Lo bueno de Prado Norniella es que fue muy famoso hasta que se murió. Así es que en el libro aparecen veintitantas entrevistas con él.
- ¿Con la muerte llegó su olvido, entonces?
-Falleció en 1936, y después hubo una exposición en Madrid en 1492, y alguna otra, pero nada más. Después cayó en el olvido. Es curioso, porque es el único pintor asturiano, desde Carreño Miranda, que ha trabajado para la Casa Real.
- Su vida, al parecer, no fue fácil, aunque llegó a la fama.
-Él era pobre. Trabajaba con su padre cuidando vacas y haciendo labores típicas del campo, pero no se le daba nada bien. Pero desde crío empezó a llamar la atención por cómo tallaba la madera. Cuando tenía 18 años, pasó por allí un hombre de la Academia de Bellas Artes de Oviedo, lo vio tallar y quedó muy sorprendido. Tanto fue así que lo llevó para que lo metieran en la Academia. Y empezó a estudiar en la Academia, pero no tenía dinero ni para vestirse. Dormía en la calle porque el río Nora se desbordaba y no podía volver a casa, y comía lo que podía. Al cabo de casi un año, un juez que sabía de su situación lo metió en su casa.
- Y empezó a prosperar.
-Empieza a destacar en la Academia, donde saca muy buenas notas, siempre va a clase, ya sea con la ropa estropeada, sin haber comido, después de haber dormido en la calle... siempre asistía, siempre estudiaba, y así empezó a ir para arriba. En esos años, la Diputación pensionaba a los pintores. Si eran buenos, se iban a Madrid, y si seguían destacando, iban a Roma. Y él fue a Madrid y. luego, a Roma. Y fue todo a base de trabajo.
- ¿Cómo fue el salto a Madrid?
-Él estuvo unos años aquí, y lo empezaron a reclamar en Madrid como retratista y acabó yéndose para allá. Cómo cambiaría su situación que pasó de ser vagabundo a casarse con la mejor amiga de Isabel La Chata y Alfonso XIII, ManuelaVereterra, hija del marqués de Canillejas. Pero volvía mucho por Asturias a ver a su madre, Ramona, que vivió 92 años. Eran una familia muy pequeña: él, su hermano y una cuñada, y estaban muy unidos. Él quiso retirarse aquí pero no pudo.
- ¿Por qué?
-Él y Manuela tuvieron una historia de amor increíble. Ella esperó cuarenta años para poder casarse con él porque su familia no lo quería. Aunque era un pintor ya conocido, para ellos era alguien que había cuidado vacas y que no tenía dónde caerse muerto. Se conocieron en 1897, que es cuando él retrató al padre de Manuela. Ahí empezó su historia de amor. Y estuvieron esperando todo ese tiempo. Pero no pudieron vivir en Asturias porque la familia de ella no lo consintió. Ella era tan señorita que cuando venía a Colloto desde la iglesia de Las Folgueras era todo caleyas, y no sabía caminar en madreñas, y Prado llamaba a un vecino para que la llevara en carro hasta la puerta de casa.
- ¿Qué destacaría de su obra'
-Sus retratos son todos impresionantes. Y retrató a todos los personajes importantes de su época, incluído el rey Alfonso XIII. Si lo elegían a él era por algo.
