El llagarero maliayés y presidente del Consejo Regulador de la DOP Sidra de Asturias Tino Cortina destaca que el sector sidrero está consolidado y su futuro pasa por la bebida con Denominación de Origen Protegido y la regulación de las cosechas. Anima a brindar estas novedades con alguna de las espumosas acogidas a esta marca de calidad.
- ¿Qué balance hace de esta escasa cosecha?
-Hay poca manzana en general, ha sido pobre en cantidad, aunque no sufrió la calidad, a pesar de que faltó algo de sol. La manzana de Denominación de Origen Protegida (DOP), en concreto, tiene unos parámetros buenos y la calidad está asegurada.
- Como la sidra acogida a Denominación de Origen exige que sea manzana asturiana, ¿está asegurada la producción de este año?
-Sí. Nos habíamos marcado la meta de 3,5 millones de kilos, pero era una pretensión optimista. Representa el 50% de la manzana que se mayó el año pasado (hubo una gran cosecha) y pongo en duda que se vaya a alcanzar. Falta por hacer números, pero llegará al 30%. Algunos de los llagares que se incorporaron tuvieron más problemas, pero el suministro está cubierto, gracias al colchón del año pasado, que permitió elaborar como para año y medio.
- Para producir el resto de sidra, no de DOP, sí han importado manzana, ¿verdad?
-Era algo evidente, pues sólo entre el 10 y el 15% de la manzana que se mayó era asturiana, con respecto a la del año pasado. Seguirá siendo un problemón hasta que al menos no suponga el 50%, en cómputos generales, en cada campaña. Hay que evitar tener que comprar manzana fuera, lo que implica adquirir compromisos para el año que viene.
- Usted sostiene que la solución pasa por controlar la vecería para equilibrar las cosechas cada año. ¿Cómo?
-El Consejo Regulador promueve unas jornadas que organizará el Principado en enero y febrero, en colaboración con el Serida y Campoastur, sobre abonado, poda y aclareo. Son los tres principales factores que influyen en la vecería. No podemos seguir pensando que un llagar tiene la obligación de recoger 80.000 kilos un año de cosecha y al siguiente presentarse con tres o cuatro sacos. Es el dilema con el que nos encontramos. El futuro del sector pasa por la DOP y el control de la vecería, al menos, que se mitigue, aunque los árboles tengan tendencia a producir más unos años.
- La mayoría de la manzana que se importa procede de Galicia, Francia y Alemania. ¿Asturias tendría que seguir el ejemplo de grandes productores como Francia?
-En Francia están muy profesionalizados y todos los años tienen manzana. Pero no es comparable a Asturias, no se puede trasladar directamente aquí su modelo de producción porque, por ejemplo, tienen grandes extensiones. Los llagareros, animados por el Consejo Regulador, estamos preparando un plan estratégico que sirva de herramienta a los dirigentes para conocer las debilidades y fortalezas del sector. Hay que evitar la decepción de alguien que planta pumares y cree que los árboles van a dar sin más. Si se trabaja bien puede ser un sector con futuro, pero la profesionalización y formación son inevitables.
- ¿Cuál es el futuro?
-Pasa por el cooperativismo o por tener una finca y que haya profesionales que sepan trabajar los pumares. Se echan en falta profesionales que sieguen, poden y den los tratamientos adecuados a los árboles. Estamos acostumbrados al sistema de antes y en países como Francia está desapareciendo. Si no eres profesional, no eres competitivo. Algunas de sus fortalezas es que es un sector consolidado y con proyección nacional e internacional. En la DOP estamos en niveles de crecimiento importantes. Las ventas subieron más del 20% y eso sin tener en cuenta las nuevas incorporaciones.
