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Lugones ansía el fin de la construcción de la rotonda de El Castro: "Será un desahogo"

"El tráfico en días de compras es una locura", coinciden los vecinos, que temen que la circulación empeore con el avance de las obras

Las obras de construcción de la glorieta de El Castro, ayer. A. F. V.

El avance en las obras de construcción de la rotonda de El Castro suscita gran expectación en Lugones. Los vecinos esperan con ansia la finalización de una infraestructura que consideran "fundamental" para garantizar la seguridad vial y la fluidez del tráfico en el norte de la localidad, sobre todo en una época en la que los atascos están a la orden del día: "El día que la acaben, va a ser un desahogo".

La glorieta de El Castro era uno de los proyectos más ambiciosos del gobierno local de 2018. No sólo por la inversión (359.797 euros para las expropiaciones necesarias y 349.308 más para la construcción), sino por tratarse de una infraestructura muy demandada por los vecinos que llevaba una década proyectada y que no se había materializado por el estallido de la crisis.

"Llevan tanto tiempo anunciándola que ya pensábamos que nunca se iba a hacer", asegura Ramón Artime, mientras se echa las manos a la cabeza. "Ni que fuera la construcción de una autopista", remata con socarronería el sierense, quien, ya en un tono más serio, destaca la necesidad de la glorieta: "Aquí el tráfico es una locura los días de lluvia o de muchas compras".

Precisamente, éstas son fechas en las que la salida -y entrada- hacia la AS-17 y la carretera vieja a Gijón y La Fresneda pueblo está especialmente concurrida. "Y lo seguirá estando bastantes días, con el tema de las rebajas. No va a ser sólo ahora, en la campaña navideña", apunta María José Gámez, una de las muchas vecinas que sufre los atascos en este punto. "En hora punta las colas pueden ser kilométricas. Llegan casi hasta la rotonda del centro comercial de La Fresneda", enfatiza.

Los vecinos temen que estas caravanas vayan a más en las próximas fechas, cuando las obras "se metan más en la calzada". Si bien, también son conscientes de que éste es "un mal necesario" para desahogar los accesos del norte de Lugones. "A quien algo quiere, algo le cuesta. Al menos en estas fechas, cuando más tráfico hay, no están picando en el centro de la calzada", resalta Ángel Cruz.

Actualmente las obras se están centrando en las labores en el contorno de la glorieta. Ya se han demolido algunas de las viviendas expropiadas y se ha levantado parte del asfalto en el que, si todo va según lo previsto, en los próximos meses se levante la rotonda que en Lugones esperan desde hace una década.

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