El gobierno de Noreña, formado por Independientes por Noreña (IPÑ) y Foro negocia a dos bandas, con PSOE y Conceyu Abiertu, para tratar de sacar adelante los presupuestos. Tras los primeros encuentros, los socialistas buscan acuerdos "que nos puedan permitir abstenernos en la votación", según señala su portavoz, Unai Díaz. Por su parte, Antonio Martínez, de Conceyu, habla de "negociación encallada por el escaso margen de maniobra que nos dan". El ejecutivo local cuenta con cinco ediles, y necesita dos apoyos más para asegurar la aprobación de las cuentas.

Los socialistas advierten de que la "capacidad inversora está secuestrada por la inversión destinada a cambiar las luminarias, subvencionadas por el IDAE (Instituto para la Diversificación y el ahorro de Energía)". A su vez, como condición para abstenerse en la votación del presupuesto, piden incluir "una partida de unos 50.000 euros para mejorar la red de abastecimiento de aguas y poner en marcha las bombas de presión instaladas por el Principado, que son muy necesarias".

Las posturas con Conceyu también parecen lejanas, aunque van aproximándose. De momento, han conseguido incluir en el borrador algunas de sus reivindicaciones. Entre ellas, que se reduzca la partida de publicidad y se dedique a eliminar barreras arquitectónicas y someter el presupuesto, una vez negociado, a audiencia pública, de manera que los ciudadanos de Noreña puedan plantear sugerencias

Sin embargo, los asamblearios se interesaron por el estado de algunas partidas, sin recibir aún respuesta. Entre ellas la que en cuentas anteriores se destinaba al teatro y promoción de actividades culturales, que ha desaparecido, o el descenso en la asignación al plan contra la drogodependencia.

Ayer también se conoció que los trabajadores municipales de Noreña, incluido el personal laboral, ya cuentan con un convenio único, al que sindicatos y equipo de gobierno dieron su visto bueno. En él se incluirá la reducción de jornada a 35 horas o el pago de la incapacidad temporal desde el primer día. Ahora el texto deberá ir al pleno municipal. Si se ratifica, será la primera vez en la historia en que se alcance un acuerdo de este tipo para el personal del Ayuntamiento. "Hemos conseguido reunificar los trece convenios diferentes que regulaban la labor de los 49 empleados", afirma el edil de Urbanismo, Pelayo Suárez.

Además, el texto, negociado con los sindicatos UGT y Comisiones Obreras (CC OO) regulará las situaciones en las que se tenga que disponer de trabajadores fuera de su horario, reconociendo esa disponibilidad. También "permitirá reflejar la realidad actual del Ayuntamiento y no tener que publicar la plantilla anualmente con los presupuestos, como se hacía hasta ahora", explica Suárez.