El incendio que afectó a parte de una vivienda en Espiniella, en la parroquia sierense de Anes, fue mucho menos grave de lo que pudo haber sido gracias a la rápida intervención de los inquilinos y los dueños del inmueble, así como por la llegada a tiempo de los bomberos.
Un humo denso empezó a salir hacia las diez y cuarto de la noche, y los inquilinos, que precisamente se habían isntalado el día anterior en la vivienda, empezaron a sofocarlo con extintores y, además de los bomberos, llamaron a los dueños, que contribuyeron también a apagarlo. Entretanto, llegaron los bomberos, que terminaron de sofocarlo.
"Se perdieron varios colchones y un armario, pero pudo haber sido mucho peor; si los inquilinos hubieran estado dormidos no sabemos lo que podría haber pasado", aseguró la dueña de la vivienda, María del Mar Hevia Blanco, que tuvo que ser atendida por un ataque de ansiedad. Su marido sufrió una intoxicación leve por inhalación de humo. Ambos fueron atendidos en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), pero pronto fueron dados de alta sin mayores consecuencias.
Dentro de lo que cabe, son conscientes de que, en otras circunstancias, los daños podían haber sido mucho mayores.