El director del Instituto público de Llanera, Carlos Suárez, defiende la política de control sobre el uso de los aseos del centro en horario lectivo. Según apunta Suárez, esta medida ha permitido reducir notablemente los actos de vandalismo que frecuentemente se producían en los servicios. Sin embargo, la Asociación de Madres y Padres (Ampa) del instituto no está de acuerdo con la medida y ha enviado una circular a todas las familias, para que la devuelvan firmada y remitirlas al Principado con el objetivo de que medien en el conflicto.

La asociación no aprueba que, si un alumno necesita usar el baño en medio de una clase, deba acudir a conserjería, pedir la llave y apuntarse en el registro, para que se sepa que lo ha usado. También lamenta que solo haya tres baños femeninos operativos durante el recreo.

La dirección explica que "en una reunión de padres, a la que acudieron cinco, decidieron escribir una circular para mandar al resto. Con nosotros no se han comunicado. Los padres ejercen sus derechos como consideran oportuno, pero esta no es la posición de todos", asevera Suárez.

El director justifica la decisión de controlar el acceso a los baños por las circunstancias que se han vivido en el instituto en los últimos tiempos. "Estábamos viviendo un vandalismo extremo. A diario sucedían cosas. Los atascaban, los arrancaban, se quedaban dentro, fumaban dentro... e incluso cosas más raras", apostilla.

Consejo escolar

De hecho, considera que los resultados de esta decisión han sido muy positivos: "Ahora están más limpios que nunca y el vandalismo ha cesado. Al estar registrados los nombres de todos los que lo usan, ya no se atreven a utilizarlos de manera irregular".

La medida se debatió en el consejo escolar, en una discusión en la que hubo posiciones diversas. Finalmente, se optó por esta medida.