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La Pola | Maravillas del mercado

De las últimas berzas a las primeras vainillas

Febrero y marzo son meses de transición de verduras, y las de invierno ya escasean en la plaza: el brócoli falló esta temporada

Christian Calabrese toma nota del pedido a Marichu Díaz. MARIOLA MENÉNDEZ

Febrero y marzo son meses de transición en la huerta y esto se deja notar en el mercado de los martes de Pola de Siero. Son los últimos coletazos de las cosechas de invierno, que coinciden con las hortalizas y verduras que se comen con cuchara. Son, sobre todo, la berza, la lombarda, el repollo o los puerros. Pero también el brócoli, la coliflor y el romanescu. "De aquí a abril ya empiezan a espigar", explica Christian Calabrese, en su puesto del mercado poleso."Se dio bien, menos el brócoli, que hubo menos, y la lombarda, que vino más ruina", valora este agricultor afincado en Sariego.

A principios de marzo empezarán a preparar los primeros semilleros de las vainillas (judías verdes). Es el momento en el que también empieza a nacer la cebolleta y en el caso de Calabrese, intentan que le de relevo al puerro, cuando este se acabe, aunque este año cree que andarán un poco justos. Si la tierra seca, tras tanta lluvia, comenzarán además a sembrar la patata y la cebolla, pues "si trabajas con la tierra mojada, malo, tiene que estar suelta", apunta Christian Calabrese. Los meses de febrero y marzo es igualmente el momento de preparar los primeros semilleros de tomates, pepinos y pimientos, que se transplantarán en abril. Serán las esperadas cosechas de la primavera y verano, las épocas más fértiles de la huerta y también cuando más demanda hay en el mercado de los excedentes agrícolas. Son los productos que más gustan.

Según el Calendariu de la Güerta N'Asturies, en febrero es el momento de recoger acelga, berza, nabos, perejil, puerros y remolacha. En marzo se suman los guisantes, aunque ya a penas hay nabos, puerros o remolacha. Pero sí es el mes en el que se empiezan a sembrar o trasplantar muchas verduras y hortalizas, como son la acelga, berza, berenjena, calabacín, calabaza, cebollas, coliflor, lechuga, patatas, pimientos, repollo, tomates, vainas y zanahoria.

Hasta junio no se empezarán a recoger la mayoría de estos cultivos. De ahí que los meses de febrero y marzo sean de transición en la huerta asturiana, en los que se recogen lo que queda de las cosechas del invierno y se empieza a preparar el terreno para dar la bienvenida a la época de mayor esplendor en los cultivos, que durará hasta octubre o noviembre.

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