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Adiós a un campesino ilustrado

Pesar en Bendón y Arlós por la muerte de José María Menéndez

José María Menéndez.

En su casa de Bendón, perteneciente a la parroquia de Arlós (Llanera), donde nació y vivió siempre, falleció el pasado viernes, 8, José María Menéndez Sánchez, gran vecino, conocido y llamado siempre por el mote de su casa: Campín.

Un campesino ilustrado, tal como lo ha definido la escritora y periodista Edurne García Ordóñez, en el primer volumen de "Historias vividas, historias contadas". Humanista, polifacético y autodidacta, cultivó su amplia sabiduría, que ya inició de niño "llindando vaques", devorando cuantos libros y revistas sin tregua llegaban a sus manos en unos tiempos donde la cultura no estaba de los pueblos, lo que unido a su prodigiosa memoria convertía en un verdadero placer y fuente de sabiduría departir en torno suyo contando aquellas historias de tiempos lejanos.

Hombre de grandes inquietudes, ya de muy joven estuvo vinculado a la lucha sindical agraria, donde formó parte del sindicato UCA y más tarde de SAC (Sindicato Asturiano de Campesinos). De fuertes convicciones, figuró en la lista de Izquierda Unida en dos mandatos, aunque no llegó a tener responsabilidades en la Corporación Municipal de Llanera.

Apasionado del ciclismo, Campín fue uno de los impulsores de este deporte en Llanera, que en la década de los años cuarenta del pasado siglo ya organizó circuitos por las fiestas de Fanes, Santa Cruz y Arlós. Habitualmente, se desplazaba siempre en su "bici de carrera" y recordamos su figura singular por Posada, para realizar compras y hacer gestiones en los distintos organismos oficiales, con la pinza sujetando los pantalones para evitar la grasa de la catalina.

Desde hace décadas estuvo suscrito a las revistas relacionadas con el mundo ciclista como "Meta 2000" y "Ciclismo a Fondo", por lo que poseía una documentación amplísima. Puede decirse que nada le era ajeno al deporte del pedal y podía recordar cualquier clasificación de distinto año, sobre todo de las tres grandes vueltas: Tour de Francia, Giro de Italia y Vuelta a España.

En febrero de 2008 se vio aquejado de un ictus cerebral que mermó de manera considerable sus movimientos. Fue perdiendo la comunicación hablada, pero siempre mantuvo una lucidez plena que le permitió estar al tanto de lo que rodea y mostraba la alegría y emoción que le suponía la visita de vecinos y amigos.

En su pequeña y cálida habitación, rodeado de libros y de su inseparable Amada -nunca un nombre con más razón- leía a diario LA NUEVA ESPAÑA, repasaba algunos de sus libros y prestaba atención a las noticias de televisión. Eso sí, para él era exclusiva la retransmisión de las etapas de las grandes vueltas, Amada debería esperar a su programa favorito.

Su estado se fue deteriorando aún más, hasta su fallecimiento, a la edad de 90 años, rodeado de la atención y cariño merecidos por su esposa Amada, sus hijos y nietos. Hoy, cuando los pueblos ya van perdiendo identidad, con el fallecimiento de Campín, Bendón y Arlós pierden mucha de la suya.

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