Hacía calor, mucho calor ayer en Noreña y en Posada de Llanera. Sin embargo, la gastronomía asturiana, aún con sus buenas calorías, triunfó bajo la solana. "Estoy con una tapa de fabes al jabalí impresionante. Es la segunda que me tomo seguida", cuenta en Noreña José Adolfo Redondo, más conocido como "Fito".

No fue, ni mucho menos, el único que se rindió a la legumbre a pesar de la temperatura. En una mesa aledaña del bar Cabido, Dolores Flórez daba buena cuenta de la ración: "Estaba excelente y con una presentación divina. Muy asturiano por la fabada, y con jabalí mejor, aunque últimamente los jabalíes y Noreña...", apostilla Flórez, haciendo referencia a la presencia de estos animales en la Villa Condal. Fue una jornada de lo más animada en Noreña, con terrazas y bares repletos. Allí todos pedían sus tapas: "Pediré alguna más por ahí, y ya solucionada la comida", sentencia Fito.

Más tranquilo, pero con el mismo protagonismo de los platos asturianos, pasó el segundo día de la ruta en Llanera.

Sobre las mesas de la vinoteca Iris, una imagen de lo más peculiar. Varios "minitortos" lucían tendidos de la cuerda de un tendal portátil casero. La tapa, denominada "el tendalín", incluía tres recipientes con guarniciones de queso cabrales, morcilla y cecina con queso de cabra. "Esta buenísimo. Hemos venido de Las Regueras a comprar y cuando nos enteramos de que había ruta ya decidimos quedar a comer", explica Paula Estrada.