La familia socialista de Nava está de luto por Jamín. Benjamín Fernández Queipo murió con 70 años a última hora del martes al no poder superar la enfermedad (cáncer) que se lo llevó en poco tiempo. La noticia de su fallecimiento cayó como un mazazo entre quienes le conocieron, que sólo le dedican buenas palabras. Fue concejal en el gobierno durante ocho años en los dos mandatos de Claudio Escobio, desde 2003 a 2011, y otros cuatro en la oposición, hasta 2015. Además era un histórico militante de la agrupación socialista e iba en el número 13 en la lista de las próximas elecciones municipales.

Además de sus familiares, si alguien ha lamentado en especial la marcha de Queipo ha sido la concejala Isabel Calleja, pues fueron compañeros, como ediles del grupo municipal socialista durante 12 años. "Marchó como vivió, como una persona muy sencilla. Fue mi padre político y gran referente para el socialismo naveto", comentó emocionada. Destacó de él su "integridad" y que fue un "gran luchador por la ideología socialista, trabajador, muy querido y volcado". Calleja no le conoció enemigos en Nava, ni siquiera entre sus rivales políticos.

"Jamín era una gran persona, excelente amigo, gran servidor público, a quien quería todo el mundo y no se llevaba mal con nadie. Vamos, un ejemplo". Así le despidió Claudio Escobio, también muy apesadumbrado, como el alcalde, Juan Cañal: "era una persona excepcional, muy querido y siempre tenía un consejo acertado para darte". Por lo que cree que "en Nava hay tres familias de luto: su propia familia, la socialista y los vecinos, que le querían mucho". Hasta hace poco era Benjamín Fernández Queipo, de firmes convicciones, quien semanalmente de abrir la agrupación socialista de Nava. Ayer, en el tanatorio de Nava, Cañal le pasaba el brazo por el hombro a Vicente Montes, gran amigo de Jamín, intentando darle consuelo, pues el va a echar "mucho en falta". Otros navetos como Jacques Sangrouber, Saúl Moro, Abundio Moro y Manuel Galbán destacaron su sencillez y bondad, al igual que sus antiguos compañeros en la mina, Máximo Sánchez e Ismael González, también vecino.